En Argentina, el redentorista Jorge Gottau tomó posesión de Añatuya, creada por el papa Juan XXIII, el 1 de octubre de 1961, convirtiéndose así en el primer obispo de esta nueva diócesis santiagueña.
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En una de las zonas más pobres del país, la tarea pastoral del obispo Gottau dejó una marca insoslayable para enfrentar la pobreza frente a la desidia de los distintos gobiernos de turno.
La provincia de Santiago del Estero está cubierta pastoralmente por dos diócesis: la más antigua de la Argentina, Santiago del Estero, y Añatuya, autorizada hace 60 años. Eclesialmente, ambas forman parte de la región del noroeste argentino (NOA).
El papa Francisco envió su saludo a la comunidad diocesana de Añatuya por el 60º aniversario de su creación.
Envió su saludo a toda la comunidad diocesana para esta celebración jubilar. Mencionó “al gran obispo Jorge Gottau”, a quien le reconoció su misión “como un gran misionero que levantó la diócesis y la llevó adelante”.
“Quiero estar cerca de ustedes”, dijo el Pontìfice. Y dio gracias a Dios por todo lo que hizo allí en esa comunidad. Finalmente les pidió: “Recen por mí, no se olviden; pero sigan adelante, lleven adelante la evangelización en nombre de Jesús y bajo la protección siempre de María. Que Dios los bendiga”.
Las palabras del obispo
El titular de la diócesis, José Luis Corral, SVD, saludó a toda la comunidad. Informó que quieren celebrar el camino recorrido y traer a nuestro presente todo lo vivido. Los buenos momentos con la memoria agradecida, a pesar de las dificultades que, con la gracia de Dios, han ido superando.Recordó especialmente a Mons. Gottau en medio de una realidad pobre y carente plasmó e hizo presente una iglesia rica en obras y en fe. Por su celo apostólico y la promoción de tantas obras e iniciativas “hemos reconocimos la presencia del Buen Pastor que acompaña a su pueblo hasta dar la vida“. Cree que el primer obispo de la diócesis tenía madera de santo, y sigue siendo un buen bastón donde apoyarse. El trabajo de muchos miembros de la comunidad dejaron sólidos cimientos para continuar construyendo.“Celebramos el camino, honramos la memoria y la historia, tomamos en nuestras manos la antorcha que nos han pasado, la queremos mantener encendida y multiplicarla en las nuevas generaciones”, aseguró el obispo. Asimismo, pidió la gracia de continuar la misión con las mismas ganas, entrega, generosidad y entusiasmo de los inicios de nuestra diócesis.
(vidanuevadigital.com)