Centro Madre Antonia, en Ciudad de México, festeja el 200 cumpleaños de Antonia

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La Familia Oblata del Centro Madre Antonia, situado en la Merced, Ciudad de México, se reunió en torno a la celebración de la Eucaristía para inaugurar el Bicentenario del nacimiento de Antonia María de Oviedo y Schönthal.

¡Feliz cumpleaños, madre fundadora! Decenas de personas se congregaron para la fiesta, entre la comunidad, el equipo del proyecto, benefactores y un significativo grupo de mujeres que participan en el Centro Madre Antonia.

Antonia María de la Misericordia, fue una gran mujer que: «Vivió lo que creyó y anunció lo que vivió». Este lema del año jubilar nos habla de su gran coherencia de vida, de su radicalidad, en el sentido de vivir desde las raíces, de su compromiso como consagrada Oblata y en solidaridad con las mujeres que se encuentran en contextos de prostitución.

Además de la apertura del Bicentenario, se conmemoró el cierre de un ciclo en el Centro Madre Antonia, ya que se traslada su sede actual de la Calle Margil y Zapata en La Merced a otro lugar.

33 años en esta casa

Desde la Comunidad de la Ciudad de México expresan con emoción y conmoción lo que esto significa: “En este lugar sagrado, lugar de paz, de encuentro, de refugio y calor, en esta nuestra casa, donde hemos compartido durante 33 años: alegrías, sueños, construcciones conjuntas, hoy queremos cerrar una etapa. Una etapa que dio muchos frutos, que nos trajo experiencias inolvidables, mucho amor y solidaridad entre nosotras. Sin embargo, hoy Dios nos llama a otro lugar que estamos preparando con mucho cariño. Estamos seguras que Él siempre nos prepara lo mejor”.

Testimonios

Esta sentida y profunda experiencia, atravesada por estos dos momentos, quedó resonando hasta el día siguiente y subsiguientes y se percibe en estos testimonios:

“Fue una celebración muy bonita porque celebramos el cumpleaños de la Madre Antonia”.

“Madre Antonia la tenemos aquí adentro, pero también puede estar afuera. Saquémosla de aquí, que venga con nosotras a la calle, que venga con nosotras caminando, que nos proteja donde estemos. Necesitamos compartirla con otras personas, en otros lugares”.

“Ella siempre está conmigo dondequiera que voy, ella me anima y me protege. Siempre le pido cuando vengo en el transporte, que me cuide y libre de los peligros, de la violencia de esta ciudad. Y estoy segura que siempre va conmigo, me cuida y cuida de mis compañeras.”

“Madre Antonia siempre va de mi mano y me llena de mucha luz.”

“Que entre nosotras nos cuidemos y nos amemos, con ese amor que nos amó Madre Antonia. En este lugar y en el nuevo.”

“Me gustó que el obispo dijo hoy en la Eucaristía que él siente que estar en el Centro Madre Antonia con nosotras, celebrando el cumpleaños de Madre Antonia, es un pedacito de cielo”. “Estar en Centro Madre Antonia me cambia el panorama, siento confianza, tranquilidad, a la Madre Antonia protegiéndome”.

“Siempre nos reciben con gran cariño, nos enseñan que Dios nos ama y la Madre Antonia. Con seguridad que los mismo acontecerá en el nuevo espacio del proyecto. Las seguiremos adonde Ellas vayan.”

Al recoger hoy la vivencia del nacimiento de Antonia, recordado el 16 de marzo, y remitiéndonos al cambio de la sede del proyecto, hacemos resonar estas voces de mujeres: “nos sentimos como una familia que cambia de casa”. “Si aquí es la casa de Dios, allá va a ser en abundancia”.

“Que sigamos caminando de la mano de Antonia y que su nacimiento a la Vida, nos estimule a ser creativas y a vivir atentas a la voz y a las señales del Dios de la Vida en este o en otro lugar”, indica la comunidad mexicana.

(hermanasoblatas.org)