Vive tu vocación con un corazón alegre

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Audacia, disposición, disponibilidad y sentido comunitario son algunos aspectos que deben estar presentes en el corazón de quien desea responder al llamado de Dios en la construcción de un camino vocacional. Padre Jonas Pacheco, C.Ss.R., reflexiona sobre la vocación redentorista en nuestro tiempo en la entrevista a Brenda Melo.

¿Cuáles son los criterios para una sana vocación?

La vocación está muy relacionada con la respuesta que damos a la llamada de Dios para ayudar mejor a construir el Reino, la forma en que mejor podemos servir al creador. Pero, como humanos, nos encontramos limitados, y nuestra respuesta sucede de acuerdo a nuestras posibilidades. Hoy muchas preguntas permean el contexto social y afectan nuestras realidades personales. Por eso, hablar de una sana vocación se convierte en un desafío, sobre todo en cuanto a criterios. Creo que Dios nos pide, sobre todo, apertura para mejorar aquellos aspectos que no contribuyen a un mejor servicio. Nunca estamos listos; siempre estamos en el camino! Un segundo punto, quizás, es comprender que la vocación supone una respuesta como servicio a Dios, a la Iglesia y al pueblo al que somos enviados. Requiere disponibilidad para la construcción del camino vocacional.

Padre Jonas Pacheco Machado, C.Ss.R.

¿Cuál es el sentido de seguir la vocación redentorista hoy?

El significado sigue siendo el mismo que cuando San Alfonso fundó la Congregación Redentorista. Son las formas las que son diferentes. El Redentorista debe estar dispuesto a sanar las heridas del mundo de hoy, a ofrecer a las personas el camino de Cristo Redentor. Contribuir a la misión que hemos asumido en la Iglesia de evangelizar, de ser luz en el camino de los más sencillos, de aliviar los sufrimientos de tantos. Y lo hacemos en solidaridad, viviendo en comunidad, como cuerpo misionero. Son muchas las áreas en las que trabajamos, y todas ellas apuntan a transformar la vida de nuestros hermanos y hermanas.

¿Cuál es el mayor desafío de la formación para la vida religiosa hoy?

La vida redentorista está marcada por la vida comunitaria, como afirman nuestras constituciones: “Para cumplir su misión en la Iglesia, los redentoristas realizan su trabajo misionero como comunidad. Porque la vida apostólica en común allana el camino de la manera más eficaz para la vida de la caridad pastoral”. (C 21). Hoy, el individualismo marca la experiencia de las personas. La idea de libertad, donde cada uno hace su voluntad, se opone a la dimensión comunitaria. Por lo tanto, el individualismo es un gran desafío para la vida religiosa.

¡Cuéntanos un poco sobre el Encuentro de Formadores de la Conferencia de América Latina y el Caribe, realizado en Costa Rica, cuyo objetivo fue organizar la Ratio Formationis de la Conferencia! ¿Cómo fue esta experiencia?

El encuentro tuvo lugar del 3 al 8 de julio, con la presencia de los Secretarios de Formación de varias Unidade Redentoristas de la Conferencia y de la Comisión de Formación. Yo, como Secretario para la Formación de la Provincia de Río, participé de este evento. Fue un momento valioso de conversación sobre la formación redentorista, viendo puntos en común, diferencias, así como cuestiones culturales que afectan el proceso de formación en diferentes países. La Congregación, a nivel del Gobierno General, elabora la Ratio. Posteriormente, cada Conferencia organiza su Ratio en base a la que se ha creado con criterios más generales, tomando en cuenta los temas más propios de América Latina y el Caribe. La valoración del encuentro es bastante positiva. Salimos con importantes puntos por aprender y el deseo de seguir buscando nuevos caminos para que la formación redentorista se lleve a cabo de una manera más adecuada y eficaz.

¿Cuál es el significado de este documento (Ratio Formationis) para la formación de los Misioneros Redentoristas?

La Ratio Formationis es un documento de la Congregación que pretende abordar los aspectos fundamentales de la vida redentorista y cómo son esenciales para la vida del Misionero Redentorista como formando o congregante. Está destinado a ser una especie de brújula para el redentorista. Resalta las dimensiones espiritual, comunitaria, humana y académica. La Ratio da profundidad y sentido a la formación en todas sus etapas siendo al mismo tiempo una ayuda para que los programas específicos de cada Unidad se guíen por el derecho general de la Iglesia y por las normas de nuestras constituciones y estatutos.

Usted también participó en el Encuentro de Formadores y Promotores Vocacionales de la Nueva Unidad Redentorista de RJ-SP-BA. ¿Cómo fue este momento de compartir e integración?

El encuentro de Salvador (BA) tuvo lugar del 11 al 15 de julio, con la participación de los cohermanos que trabajan como formadores y promotores vocacionales en las Unidades de Río de Janeiro, São Paulo y Bahía. El propósito era trabajar en la elaboración de un directorio para la nueva Unidad, que se basa en la Ratio Formationis y apunta a la aplicabilidad de lo tratado en ese documento. Nuestro trabajo, por lo tanto, giró en torno a cómo la formación en la nueva Provincia pondrá en funcionamiento las dimensiones formativas de una manera más similar. Cabe señalar que la formación tiene lugar en las tres Unidades actuales y tiene aspectos comunes y divergentes. Estamos gradualmente convergiendo estos aspectos en el proceso de reestructuración que dará origen a la nueva Unidad de RJ-SP-BA.

¿Cómo ves la formación redentorista con la reestructuración, un proceso que ya está en marcha y tiene una influencia importante en el futuro de la nueva Unidad?

El proceso de reestructuración que estamos atravesando afecta a todos los hermanos. Pero el proceso formativo es el buque insignia ya que los formadores que ingresan a la Congregación ya estarán viviendo la reestructuración de manera efectiva. En poco tiempo, las Unidades darán a luz a la nueva Provincia y los jóvenes que hagan su camino formativo serán fruto del contexto reestructurado. Ya tenemos etapas de formación en común, donde conviven formadores de distintas Unidades. Esto ya está teniendo lugar la reestructuración. Nuestro futuro depende mucho de esta nueva mentalidad que se despierta en los hermanos y se construye con los más jóvenes. Todo este proceso es para que podamos trabajar más eficazmente por la misión de la Congregación en el mundo sin barreras.

¡Déjenos un mensaje para los jóvenes que deseen convertirse en Misioneros Redentoristas!

Ser Misionero Redentorista como sacerdote o hermano es responder a una llamada de Dios en el mundo. De esta forma, la Congregación quiere tocar el corazón de los jóvenes para que colaboren en la Misión Redentorista. Es un camino hermoso, audaz, donde nos sentimos comunidad y vivimos la fraternidad. Llevamos un corazón alegre y lleno de esperanza para contribuir a la misión de Cristo en su Iglesia en el mundo. Por eso, ¡vale la pena atreverse, salir de nosotros mismos y desafiarnos al llamado que Dios hace a cada uno!

Brenda Melo Periodista
Cortesía de “Akikolá”, agosto de 2022