60 aniversario del inicio del Concilio Vaticano II, Bernarhd Häring y su aporte

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El martes 11 de octubre, a las 17 horas, en la memoria de San Juan XXIII, Papa, el Santo Padre Francisco presidió la Celebración Eucarística en la Basílica de San Pedro con motivo del 60 aniversario del inicio del Concilio Ecuménico Vaticano II.

Para esta ocasión, Scala News propone algunas reflexiones recogidas del libro “Bernhard Häring: un redentorista feliz” editado por Martin McKeever, aportaciones de Raphael Gallagher, Bruno Hidber, Augustin Schmied, Erwin Teufel y una Bibliografía escogida por Adam Owczarski. Editiones Academiae Alfonsianae 2008. Obra publicada en el 10º aniversario de la muerte de Bernarhd Häring.

Antes del Concilio:

El 25 de enero de 1959 el Papa Juan XXIII daba a conocer que quería convocar un Concilio. El P. Häring fue desde el principio entusiasta de esta idea y en los años siguientes, el Concilio se volvió el centro de su trabajo y su actividad. Ya en el 1959 él formó parte de la comisión central responsable para la preparación de los textos del Concilio. Él no se sintió muy cómodo en esta comisión que fue dominada por una teología que él quería superar. Así, no quedó desilusionado cuando sus sugerencias fueron rechazadas por el Concilio. Durante todo el período del Concilio Häring fue un “peritus”, es decir, un experto, en varias comisiones y subcomisiones. Él dio constantemente conferencias en congresos de obispos. De modo incansable trató de comunicarles las cuestiones claves y las mayores preocupaciones del Concilio através de publicaciones y conferencias, como también por medio de entrevistas a la prensa, a la radio y a la televisión. En aquel tiempo se volvió un personaje del mundo eclesial muy conocido en los medios de comunicación.

Durante el Concilio:

Sin duda P. Häring influenció el curso del Concilio en diferentes modos y de manera significativa.
En el Decreto sobre la Formación de los Sacerdotes: Optatam totius, él coeditò la sección en la que se dice que la teología moral, cuya exposición científica, más nutrida de la doctrina de la Sagrada Escritura.
La Gaudium et spes insistió mucho sobre la “alegría y dolor, la tristeza y miedo” de aquel tiempo y puso en evidencia los desafíos para la Iglesia. De este modo impresionó a mucha gente como un mensaje de liberación y estímulo. Durante las diferentes fases de la preparación de este documento, Häring fue el Secretario de la Comisión responsable de yuxtaponer las varias sugerencias para luego producir un texto unido. Él influenció la mayor parte de las secciones sobre el matrimonio y la familia, la cultura y la política, la paz y la justicia. La expresión “signos de los tiempos”, que percorre como un hilo rojo por todo el documento, fue sugerida por Häring y gracias al apoyo del Papa Pablo VI fue asumida como el concepto clave en el documento. Del mismo modo, es gracias a la iniciativa de Häring que en la producción de la Gaudium et spes las mujeres por primera vez participaron en la producción de un documento del Concilio. (B. HÄRING, Meine Erfahrung mit der Kirche, Herder, Freiburg i. Br. 1989, 74-83.)

Bernarhd Häring, un verdadero redentorista:

Llamado como consultor y sucesivamente como perito de Juan XXIII, confirmado en su papel de perito por Pablo VI, Häring representa la tensión inherente en el acontecimiento del Concilio. La tensión estuvo entre la actualización y la defensa de la fe o, más concretamente, entre la pastoral y la teología doctrinal. La contribución de Häring, en distintos niveles, fue la de pensar en términos de cuestiones pastorales. En esto, él se muestra ser un verdadero redentorista.

… la historia de la redacción de los textos sigue siendo un válido criterio hermenéutico para valorar el papel del P. Häring en el Concilio, por la siguiente razón. Entre los problemas que tuvieron que ser solucionados en este período de la recepción de la enseñanza conciliar es necesario aclarar el significado del término ‘pastoral.’ Este término no estuvo claro a los mismos Padres del Concilio, como resulta en la primera nota de la Gaudium et spes. Sin embargo, esta constitución conciliar fue promulgada como una constitución pastoral. El P. Häring vió su papel como “aquél que recuerda” las exigencias pastorales de la Iglesia en los tiempos nuevos, y creo que ésto es lo que más caracteriza su papel.

En su orden religiosa, Häring también recibió el más alto grado de reconocimiento que un teólogo redentorista haya podido recibir.
“El Capítulo reconoce, con agradecimiento y con satisfacción, el servicio académico y pastoral que el P. Bernhard Häring ha prestado y presta en el campo de la teología moral. Permaneciendo fiel, de manera creativamente ecuménica, a las genuinas tradiciones de las comunidades cristianas y siguiendo las intenciones de San Alfonso, el P. Bernhard Häring ha trabajado con intensidad, con valentía y eficacia en reformular para el mundo actual el mensaje de la moral cristiana.”  (22° Capítulo General (West End, USA) 1997, Botschaft, Orientierungen, Postulate, Roma 1998, 20-21)

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