Homilía del P. Rogério Gomes en la peregrinación de los capitulares a Pagani

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PEREGRINACIÓN DE LOS CAPITULARES DEL XXVI CAPÍTULO GENERAL A PAGANI

Querido padre Serafino Fiore, en tu nombre saludo a la comunidad redentorista,
Padre Michael Brehl,
Concejeros electos,
Coordinadores de conferencias,
Alcalde de Pagani,
Y el Pueblo de Dios presente en esta celebración.

1.- Queridos hermanos, con alegría nos encontramos en este lugar santo, donde yace el cuerpo de nuestro Padre y Fundador, san Alfonso. ¡Venir aquí en peregrinación es volver a nuestros orígenes! No a un pasado histórico lejano, sino a lo que representa para nuestra historia, nuestra espiritualidad y para la Iglesia. Volvamos a la fuente del carisma, esta “belleza siempre antigua y siempre nueva” (cf. san Agustín, Confesiones, libro X, cap. 27), que se renueva en el corazón de todo redentorista. Nos recuerda que somos una Congregación fundada sobre una profunda experiencia de Dios.

2.- Alfonso no fundó la Congregación para satisfacer el capricho personal de quedar inscrito en la historia de los fundadores. Tuvo la audacia, en su sencillez, de entrar en el corazón de Dios, captando sus movimientos y su compasión por los pequeños – “He visto, he visto la aflicción de mi pueblo” (cf. Ex 3). Alfonso entró en el corazón de los pobres, donde aprendió la compasión por los pequeños. “Se compadeció de ellos, porque estaban cansados ​​y desalentados, como ovejas que no tienen pastor” (cf. Mt 9,36). Escuchó sus gritos, su dolor. Así, la Congregación nació de la audaz experiencia de Alfonso del desprendimiento de entrar en el corazón de Dios y de la profundidad del corazón sufriente de los pobres. La Congregación, en sí misma, con la fuerza del Espíritu, vive la kénosis, el desprendimiento, el éxodo, proyecto de salvación integral, fuente de frescura espiritual. Y si sigue vivo hoy, después de casi 300 años, es porque no es un proyecto meramente humano. Es una obra del Espíritu.

3.- Venir aquí, en este lugar, en el umbral de la conclusión de nuestro XXVI capítulo general, significa recordar las memorias de redención presentes en nuestra historia redentorista. Es para recordar estas memrias, narradas en cada página de la vida de cada cohermano, escritos con la tinta de su consagración, y con la entrega a esta obra misionera. Y recordad que los pobres para nosotros no son una categoría sociológica, sino un lugar teológico en el que la encarnación del Verbo se manifiesta en el hoy de nuestra historia y que debemos acogerlo con el corazón abierto, como Jesús en la cruz.

4.- Queridos superiores y capitulares, hoy sois artífices de los recuerdos de redención presentes en cada hermano, con sus debilidades, alegrías, tristezas y su deseo de hacer mejor. “Este tesoro en vasijas de barro que es de Dios y no proviene de nosotros” (cf. Cor 4,7).

5.- Alfonso fue un hombre incansable. Se dice que no perdía el tiempo… no era, sin embargo, un superhombre, que no dormía, que no tenía su tiempo personal; era profundamente humano, un buen samaritano. No perdió tiempo en tratar con las cosas de Dios y su pueblo. Por tanto, un redentorista acomodado traiciona la memoria del fundador. El Redentorista es inquieto por naturaleza, porque en él el Espíritu del Señor nos empuja al desprendimiento.

6.- Quisiera pedir a los cohermanos que están pasando por momentos difíciles de su vida, crisis vocacionales, momentos de desolación: ¡no carguen solos con su cruz! Busca ayuda espiritual y psicológica, dialoga con tus legítimos superiores. Es hora de sanar el mundo herido que existe en nuestras comunidades, de estar sanos y cuidar al Pueblo de Dios.

7.- Acordaos de la incansabilidad de san Alfonso, volved a vuestro primer amor (cf. Ap 2,4). Acordaos de aquel día en que el mismo Señor -a quien llamó Alfonso- os miró a los ojos e hizo arder vuestro corazón, os hizo dejarlo todo, para ir a gastar vuestros días en la copiosa apud eum redemptio (cf. Mc 10, 21; Lc 24:32).

8.- Hoy, en este lugar especial, quisiera agradecer al P. Michael Brehl, por su vida entregada, no sólo en estos trece años al servicio de la animación de la Congregación, sino por todo su trabajo desde que se convirtió en Redentorista. La experiencia de estos años te ayudará mucho en las nuevas tareas que se te encomienden. ¡Muchas gracias por todo! También agradezco el trabajo realizado por los consejeros anteriores: el hermano Jeffrey Rolle, Nicolás Ayouba, Sebastián Ani Dato, Alberto Eseverri y Pedro López. Que Dios les pague por todo, y gracias de corazón por el bien que habéis hecho y volveréis a hacer a la Congregación.

9.- Finalmente, a los pies de san Alfonso, quiero encomendarle la Congregación. Ciertamente es muy feliz, porque hoy en cada cohermano, en cada lugar donde está presente la Congregación, está su rostro y una fuente de la copiosa apud eum redemptio. Que la Madre del Perpetuo Socorro nos proteja a nosotros y a la Congregación de todos los males y peligros. Amén.

P. Rogério Gomes, SG / C.Ss.R
Fiesta de los Ángeles Custodios
Pagani, 02 de octubre de 2022