Madrid: La misa de acción de gracias cierra las celebraciones de beatificación de 12 mártires

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El P. Rogério Gomes, Superior General de los Misioneros Redentoristas, presidió la Misa de acción de gracias con la que se concluyeron los actos organizados por la Beatificación de 12 mártires redentoristas en Madrid. 

La Eucaristía en el Santuario de Nuestra Madre del Perpetuo Socorro el domingo 23 de octubre fue concelebrada por más de 40 redentoristas procedentes de muchos países de Europa y del mundo, entre ellos, el Padre Francisco Caballero, Superior de la Provincia de Madrid, el Padre Zdzislaw Francis Stanula, Vicario General, el Padre Johannes Römelt, Coordinador de la Conferencia Redentorista de Europa, miembros del Gobierno General pasado y actual y varios superiores de las provincias y viceprovincias de nuestra Congregación. 

“El martirio es la consecuencia última de la fidelidad al Evangelio y a la propia conciencia, de libertad personal y de certeza absoluta del amor y de la presencia de Dios en la propia vida” – dijo el P. Gomes en su homilía. – “El martirio es un acto profético de fe por excelencia. Si puede destruir el cuerpo pero no mata el alma, el espíritu. Es configurar la propia vida en la resurrección de Jesús!”

O. El General también se refirió a la situación actual del mundo: “cuando celebramos a nuestros 12 mártires, recordamos también a los mártires de hoy: hombres, mujeres y niños que luchan por un mundo mejor o mueren silenciosa y cruelmente como víctimas del pecado social”.

El P. Gomes citó palabras del Papa Francisco, de su mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones, que coincidió con la celebración de la beatificación:  “el verdadero testigo es el “mártir”, aquel que da la vida por Cristo, correspondiendo al don de sí mismo que Él nos hizo. ‘La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más’” (EG, 264) ¡La sangre de los mártires es fecundidad y fuerza para la misión!

Al final de la homilía, el P. Rogèrio agradeció al Postulador General, P. Antonio Marazzo CSsR, y al Vice-Postulador de la causa, P. Antonio Quesada CSsR, que han trabajado durante muchos años para preparar los archivos de los mártires necesarios para la beatificación. (A continuación, el texto completo de la homilía).

O. Gomes pidió también solidaridad en la oración con los cohermanos de Nicaragua. 

Al final de la liturgia, el P. Francisco Caballero tomó la palabra como superior de la Provincia de Madrid y anfitrión del lugar. En su agradecimiento, mencionó a las numerosas personas que habían participado en la beatificación y que tanto habían contribuido a la preparación y al desarrollo de la ceremonia. Recordando el testimonio de los mártires, dijo que ahora nos toca a nosotros dar testimonio de nuestra fe y de nuestra vida, predicar la buena nueva y ponernos del lado de los abandonados y de los pobres.

Scala News
Foto: Carmen Vila / redentoristas.org


HOMILÍA

ACCIÓN DE GRACIAS POR LA BEATIFICACIÓN DE LOS 12 MÁRTIRES ESPAÑOLES

Saludo

Al Reverendo Padre Francisco Caballero, Superior Provincial,
Los cohermanos de esta Comunidad del Perpetuo Socorro y los que han venido de lejos,
Los religiosos, las religiosas,
Los miembros del clero diocesano,  
Los laicos y laicas redentoristas,
Y toda la asamblea aquí presente.

  1. En este día queremos dar gracias a Dios por estos 12 cohermanos – 6 sacerdotes y 6 hermanos – que, con su profunda fe, entregaron el don más precioso que poseían, sus vidas. Eran 12 apóstoles de una fe madura y robusta (cf. Const. 20) fruto de la experiencia de Dios que tuvieron a lo largo de sus historias personales, comunitaria y del encuentro con la gente, especialmente con los más abandonados. El martirio es la consecuencia última de la fidelidad al Evangelio y a la propia conciencia, de libertad personal y de certeza absoluta del amor y de la presencia de Dios en la propia vida. El martirio es un acto profético de fe por excelencia. Si puede destruir el cuerpo pero no mata el alma, el espírituEs configurar la propia vida en la resurrección de Jesús
  2. El martirio no es algo lejano a nosotros. El martirio del hambre, de la guerra, de la violencia, de la inmigración, de la pobreza que asola a millones de personas, de la exclusión social, del fundamentalismo religioso y político, de los que luchan por la justicia de los más pobres y son perseguidos y asesinados. Estas personas viven en su propia piel la pasión de Cristo. Por eso, cuando celebramos a nuestros 12 mártires, recordamos también a los mártires de hoy: hombres, mujeres y niños que luchan por un mundo mejor o mueren silenciosa y cruelmente como víctimas del pecado social.
  3. La sangre del beato Vicente Renuncio, sacerdote, y compañeros redentoristas, mártires, riega estas tierras españolas y puede fecundarlas con un seguimiento comprometido a Cristo y un compromiso con los más frágiles de nuestro tiempo, una renovación de la fe, una esperanza renovada, trabajo personal y comunitario para construir un mundo mejoraumento de las vocaciones religiosas y sacerdotales y laicos comprometidos con el Evangelio.  Los Hermanos Gregorio, Aniceto, Máximo y los Padres José María Ortiz y Antonio Girón vivieron, rezaron, celebraron, confesaron, aconsejaron, acogieron vidas sin camino en este lugar sagrado que hoy celebramos. Sus recuerdos resuenan aquí y ahora en nuestros corazones. ¡Podemos sentir sus presencias con nosotros a través de la fe y la comunión de los santos!
  4. En la carta a Timoteo (cf. 2Tm 4, 6-8, 16-18), Pablo, ante la certeza del martirio, utiliza la imagen del atleta que recibe un premio. Él sabe que será martirizado. Es la consecuencia de su anuncio y testimonio de Cristo resucitado. Tras su conversión, su vida se dedicó por completo a propagar y sostener la fe. Así que le queda recibir la corona de la justicia, no como el premio de quien ha ganado una competición, sino de quien ha hecho de su vida un evangelio vivo en nombre del Redentor. Para eso es necesario, como nos dice el Evangelio que escuchamos (cf. Lc 18,9-14), reconocer y confesar nuestra propia pequeñez, no considerarnos justos y despreciar a los demás. El fariseo creía en sus propias fuerzas, el publicano en la misericordia de Dios, y por eso fue justificado. Los mártires fueron hombres y mujeres que creyeron en su fuerzas como un don que el Señor les dio para sostener su fe, pero nunca para justificarse y considerarse por encima de los demás.
  5. En este espíritu de testimoniarnos la fe, hoy celebramos la Jornada Mundial de las Misiones, cuyo tema está en consonancia con lo que celebramos. “Para que sean mis testigos” (Hch 1,8). En su mensaje para este día, Papa Francisco subraya el carácter comunitario-eclesial que todos los discípulos de Cristo son llamados. A ellos si pide vivir la vida personal en llave de misión para que sean sus verdaderos testigos.  Francisco afirma: “el verdadero testigo es el “mártir”, aquel que da la vida por Cristo, correspondiendo al don de sí mismo que Él nos hizo. ‘La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más’” (EG, 264) ¡La sangre de los mártires es fecundidad y fuerza para la misión!
  6. En toda esta labor misionera quiero reconocer, en nombre de toda la Congregación, el trabajo de dos cohermanos, los Padres Antonio Quesada y Antonio Marazzo, que han trabajado incansablemente por la causa de la beatificación de nuestros mártires. ¡Muchas gracias por esta labor misionera a la Congregación! Se trata de un trabajo muy discreto, silencioso y importante que suele muchas veces pasar desapercibido.
  7. Que María, Madre del Perpetuo Socorro, nos enseñe a tener la valentía de dar testimonio del Redentor con nuestra vida en este mundo de hoy. San Alfonso, nuestros santos, beatos e Vicente Renuncio Toribio y sus compañeros, junto con todos los mártires redentoristas, danos una fe madura encarnada en la realidad de los que viven el martirio hoy, sin temer a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma (cf. Mt 10,28) ¡Que así sea!

P. Rogério Gomes, C.Ss.R
Superior General
Madrid, 23 de octubre de 2022.