Vivir la vocación en fidelidad al Señor y en reconciliación

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Ayer, en la catedral de Madrid, fueron beatificados los doce redentoristas que murieron mártires en 1936. De este modo, la Iglesia proclamó solemnemente que el modo en que vivieron y murieron fue una evidencia de su unión con Cristo y un ejemplo del cumplimiento fecundo de nuestra vocación bautismal y religiosa. ¿Qué puede decirnos hoy el testimonio de los mártires?

“En 1936, había dos comunidades de redentoristas en Madrid: una en el Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y otra en la Basílica de San Miguel” – dice el padre Marek Raczkiewicz CSsR, profesor de la Universidad Católica Comillas de Madrid. – “El 20 de julio, los revolucionarios comenzaron a quemar iglesias y monasterios y a detener a sacerdotes, religiosos y laicos católicos. Los redentoristas, por orden de sus superiores, comenzaron a buscar refugio entre familiares y amigos. Por la tarde, los dos religiosos abandonaron el monasterio en la Basílica de San Miguel. Sin embargo, en una esquina se encontraron con un grupo de militantes que empezaron a gritar: “Fascistas, fascistas”. Los redentoristas respondieron con calma: “No, somos religiosos”. El mismo día, fueron fusilados en el parque de la Casa de Campo. El hermano religioso ciego Nicesio, de 77 años, declaró tras su detención: “No podemos separarnos en el odio. Deja que te abrace”. Abrazó a todos, los bendijo y luego dijo: “¡Sólo apunta bien!”. El padre Vincent Renuncio se escondió con un nombre falso, pero finalmente fue detenido. Se sorprendió al escuchar su verdadero nombre entre los que iban a ser ejecutados. Sacrificó su vida por la Iglesia, la congregación y por España.”

P. Antonio Quesada CSsR, vicepostulador de la causa, señala que los mártires beatificados en Madrid son los primeros redentoristas de la historia de nuestra Congregación que han mostrado su fidelidad a Cristo en circunstancias tan dramáticas.

“Hasta el 20 de julio de 1936, la Congregación del Santísimo Redentor había sufrido diversas persecuciones religiosas, pero ninguno de los redentoristas había muerto mártir. A partir de los tres hermanos que mueren mártires el 20 de julio de 1936 se abre una puerta en la Congregación que terminará un año más tarde. Que es el encuentro del Evangelio con los totalitarismos. Aquí en España murieron 20 cohermanos martirizados. Hoy celebramos la beatificación de 12 de ellos. Y después, pues serán los mártires de Ucrania, los de Polonia y también los de Eslovaquia.

P. Antonio Quesada, CSsR, Antonio ante la placa que recuerda a los mártires de Cuenca, beatificados en 2013.

A la pregunta sobre el significado de la beatificación para nuestra Congregación Redentorista, el P. Antonio Quesada responde:

“Significa, pues, que nuestro carisma evangelizador y misionero ha sido capaz de vivir su voto de perseverancia en medio de unas circunstancias trágicas, y han vivido esa fidelidad al Señor a la vocación, sin abjurar de su fe, dando testimonio con su vida de aquello valioso por el que se habían consagrado al Señor. Y para la Iglesia española y para la Iglesia universal, pues nos llama a vivir nuestra fe de forma apasionada. Nos invita a vivir nuestra vocación en fidelidad al Señor. Y vivir nuestra vida de forma generosa. De tal manera que nunca pongamos nada delante de la llamada del Señor. Y es una invitación también, pues, a la reconciliación y a la fraternidad de todos los pueblos, puesto que todas las víctimas se dan la mano”.

(basado en el material enviado por el P. Marek Raczkiewicz CSsR)