En la mañana del lunes 21 de agosto, frente al icono original de Nuestra Madre del Perpetuo Socorro en Roma, se dio inicio oficial al curso de espiritualidad en lengua portuguesa y española. La celebración eucarística fue presidida por el Vicario del Superior General, p. Francisco Stanula. Estuvieron también presentes, en representación del Gobierno General, el hermano Laurence John Lujan y el secretario general p. Edward Chacón.
En su homilía, el p. Stanula animó a los participantes a vivir con intensidad estos días de gracia y de renovación, más como peregrinos que como turistas, porque en experiencia como estas, la actitud del turista es la de exigir pero la del peregrino es de agradece. En la misma jornada del día lunes se hizo una visita y una inducción a la Casa General y a las diferentes dependencias como la Academia Alfonsiana, la Curia General, el Archivo Histórico de la Congregación y otros lugares de interés en esta casa.
Los participantes del curso provienen de diferentes unidades donde realizan su misión: Laureano Del Otero (Albania), Edgar L. Torres Santos (Puerto Rico), Gustavo R. Doldan y Marcos Copa Ruiz (Resistencia), Celso Vieira da Cruz, Celso Martins Júnior, y Marcos Teixeira Borge (Campo Grande), Andrzej Jakub Cwik (Varsovia), Thierry Raphaël (Puerto Príncipe), Jesús Alberto Franco, Edilberto Mejía Quintero, y Leonel Vásquez (Bogotá), Benedito Lima da Silva, Lucas Emanuel Almeida, y Francisco de Jesus dos Santos (São Paulo), Aldo Escobar y Alfredo Reyna (Buenos Aires), Thiago Gomes de Azevedo y Carlos José de Oliveira (Goiás), Stanislaw Wilczek (Bahía), Cleandro de Oliveira Pessoa y José Julio da Costa Maia (Fortaleza).
El curso de desarrollará en tres semanas; la primera de ellas en Roma y las dos siguientes en Ciorani. Durante su presentación inicial, el director del curso, p. Piotr Chyla, habló de la necesidad de vivir el curso no solo como una experiencia académica, sino también espiritual. Por eso, la visita a los lugares históricos de la Congregación va a pedir de los participantes involucrar también sus sentidos y su capacidad de reimaginar el carisma a la luz de las experiencias vividas. El p. Chyla comparó el curso con un mosaico, donde los participantes van a recibir pequeñas porciones de la espiritualidad redentorista, pero al final, cada cual deberá articular y dar sentido dentro de su propia vida.
Acompañamos con la oración a los participantes del curso para que se sigan fortaleciendo como misioneros de la esperanza que siguen las huellas del Redentor.
P. Cristian Bueno, CSsR.