Monseñor Noel Antonio Londoño Buitrago, CSsR, obispo de Jericó, en la zona sur del departamento colombiano de Antioquia, en la sierra central, junto al padre Dário Bossi, misionero comboniano en Brasil, consejero de la Conferencia Episcopal Brasileña y coordinador de La red Iglesias y Minas encabeza el grupo que visita estos días Madrid, Valladolid y Santiago de Compostela en España (del 12 al 16), de paso por Roma para el encuentro con el Papa Francisco, en el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y la Comisión para América Latina. América (del 17 al 20). Luego viajaron a Bruselas para un evento en el Parlamento Europeo con CIDSE y la Conferencia Episcopal de la Unión Europea (COMECE) (del 21 al 24), y concluyen sus compromisos con un seminario sobre memoria, colonialidad y extractivismo en la Universidad de Tubinga en Alemania (25 a 30 de septiembre).
En su conversación con la agencia italiana SIR, monseñor Londoño dijo: “Al principio volaron con sus helicópteros, hicieron sus estudios y dijeron que estaban estudiando métodos para nuevos cultivos. Pero no era verdad. Luego, una vez que tuvieron las concesiones de las minas, prometieron riqueza y progreso. Pero nada de esto sucedió”.
El prelado redentorista, desde que fue nombrado obispo hace diez años, tuvo que convertirse en un experto en cuestiones mineras, llegando a una zona ya “ocupada” por la multinacional sudafricana AngloGoldAshanti, en alianza con la canadiense B2Gold, que explota oro y cobre. Una situación no aislada en América Latina.
En Bruselas mantuvo un encuentro en la sede de la Comece (Comisión de los Episcopados de la Unión Europea), en presencia del secretario general, el padre Manuel Barrios Prieto, y representantes de otras organizaciones, como la Alianza Laudato si’ y la Cisde.
La delegación latinoamericana compartió experiencias muy similares, dado que cuando una actividad extractiva intensiva llega a un territorio, el resultado es crear una “tierra arrasada” de otras actividades económicas, causando graves daños al medio ambiente.
“Basta pensar – dice el obispo colombiano – que hay un municipio de 6 mil habitantes, cerca de Jericó, donde las concesiones mineras cubren el 97% de su territorio. Aquí en Colombia, hasta hace 25 años, no existía un Código de Minería. Lo que entonces se aprobó fue en la práctica escrito bajo el dictado de multinacionales canadienses. Muchas minas son legales, hay permisos. Pero la nuestra, por ejemplo, es una zona muy frágil desde el punto de vista geológico. No hay vertederos para los residuos, porque sería peligroso. Sin embargo, se puede excavar un kilómetro cúbico de montaña sin ningún problema. Prometen, ofrecen, ofrecen y vuelven a ofrecer, las autoridades locales se hacen amigas.”
La Iglesia intenta crear redes, “buscamos también personas competentes desde el punto de vista medioambiental, geológico y jurídico. Una de estas personas, ahora, con el cambio de gobierno, ha sido designada para seguir las licencias mineras, y esperamos que se puedan lograr algunos resultados”.
“Ánimo, adelante”: el Papa Francisco recibe a jóvenes de comunidades afectadas por la minería.
En un mensaje de entusiasmo por la defensa de la Casa Común, el Papa Francisco animó a los jóvenes que integran la Segunda Caravana por la Ecología Integral a seguir su profecía en defensa de las comunidades y la Madre Tierra martirizadas por la actividad minera. “Ánimo, avanzad siempre”, dijo el Pontífice. El encuentro tuvo lugar durante la audiencia general celebrada el 20 de septiembre de 2023 en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
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