El 6 de octubre de 2023 será recordado como un día histórico en los anales de los Redentoristas aquí en Roma, en la Provincia de Nápoles, en la Academia Alfonsiana y el mundo redentorista en general. Nuestro apreciado cohermano Alfonso Vincenzo Amarante fue ordenado Arzobispo en la Basílica Lateranense del Santísimo Salvador y de los Santos Juan Bautista y Juan Evangelista. El Cardenal Joseph Tobin, C.Ss.R. presidió la celebración, y junto al al Cardenal Angelo de Donatis, Vicario General del Papa Francisco para la Diócesis de Roma, y el Cardenal José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, ordenaron al nuevo prelado.
Participaron 20 arzobispos y obispos, así como también el abad de Sorres (sede titular del recién ordenado arzobispo Amarante). El p. Antonio Donato, C.SS.R., presidente interino de la Academia Alfonsiana, leyó la carta con la cual el Papa Francisco nombra a Alfonso Vincenzo Amarante, de la Congregación del Santísimo Redentor, Rector Magnífico de la Pontificia Universidad Lateranense y arzobispo de la Sede Titular de Sorres, le otorga el mandato particular y lo encomienda a sus oraciones. La Basílica acogió la presencia de un gran número de redentoristas, de la Curia General, de la Comunidad de San Alfonso de Roma, de la Provincia de Nápoles (Provincia a la que pertenece Amarante), de diferentes unidades de Europa, junto con sacerdotes, seminaristas, profesores, estudiantes de la Universidad Lateranense, religiosos y religiosas y fieles laicos, especialmente de las ciudades de Pagani (la ciudad natal de Amarante), Ciorani, Avelino y otras parroquias redentoristas de la Provincia de Nápoles. En su homilía, el Cardenal Tobin citó el ejemplo de la vida y misión de un grande y humilde obispo redentorista, San Juan Neumann. El Cardenal Tobin subrayó la importancia de mantener siempre la misión en el corazón de la Iglesia y, por tanto, en el corazón de la vocación de cada obispo de la Iglesia. El Cardenal pidió a Alfonso Amarante que siguiera el ejemplo del Buen Pastor que no teme a los lobos, sino que se enfrenta a ellos para proteger a las ovejas confiadas a su cuidado, como lo testimonia también la vida y el ejemplo de San Juan Neumann.
Al final de la Eucaristía y después de impartir su primera bendición episcopal a los cardenales, obispos y a todos los presentes en la Basílica, el recién consagrado arzobispo y rector magnífico de la Universidad Lateranense, expresó que sus expectativas para la universidad eran las de poder promover una teología cristocéntrica que manifieste a todos el verdadero rostro del Señor Jesús. También expresó su deseo de que la Universidad del Santo Padre, la Lateranense, pueda ser verdaderamente católica al acoger a personas de todas las culturas y de todo el mundo para que todos se sientan en casa, y puedan trabajar en la construcción de puentes y el fortalecimiento de las relaciones a todos los niveles en la universidad. Expresó su gratitud a sus padres que, debido a su edad, no pudieron estar presentes; a su familia, a la familia redentorista, al antiguo rector de Letrán y a todos los presentes. Con sinceras y conmovedoras palabras, expresó también su deseo de continuar llevando la vida sencilla de misionero redentorista, desprovisto de apegos a beneficios materiales, en referencia a dos de nuestros grandes y humildes obispos, nuestro fundador San Alfonso y San Juan Neumann.
En el patio de la Curia Lateranense, después del solemne servicio litúrgico, hubo una sencilla reunión para brindar por el recién consagrado arzobispo.
Joseph Ivel Mendanha, C.Ss.R.
Consultor General
