Como vivir una pastoral de inclusión, acogida y animación de las culturas.

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Fiesta de la Virgen de la Altagracia
NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO, BROOKLYN, NY

por P. Manuel Rodríguez Delgado, C.Ss.R.

La Pastoral de la Basílica redentorista de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Brooklyn, Nueva York, es una de inclusión, acogida y animación de las culturas de los diferentes países de origen. La Parroquia valora la interacción y el intercambio entre las diferentes culturas, porque enriquecen la Iglesia y la sociedad, y promueven la comprensión mutua, la tolerancia y la apreciación de la diversidad. Se reconoce la riqueza de la multiculturalidad, las lenguas múltiples, la variedad de tradiciones, devociones y expresiones culturales de la fe de los diferentes países de origen de los fieles.

Al contrario de la teoría social del pasado que fue más bien la teoría del “crisol cultural” (melting pot, en inglés). De manera especial se le da una atención especial a las diferentes devociones y advocaciones de la Virgen María apoyando, animando y sirviendo cada cultura y sus tradiciones religiosas.

Esto fue evidente con la fiesta de la protectora del pueblo procedente de la República Dominicana y su devoción a la Virgen de la Altagracia. En la ceremonia de su fiesta el 21 de enero, se reflejó las expresiones de las tradiciones de la fe que incluyeron un baile folklórico con música típica con la presentación del rosario como expresión de la profunda devoción del pueblo dominicano a la Virgen María. En la procesión del ofertorio, además del agua y el vino, y entre los elementos presentados fueron los productos agrícolas típicos de la República Dominicana, la artesanía del país y algunos de los instrumentos musicales usados como la güira, la tambora, el acordeón, las maracas, etc., que forman parte integral de la rica y diversa herencia musical dominicana, y que abarca géneros como el merengue, la bachata, el son, la música afrodominicana, entre otros.

La ceremonia fue enriquecida con el reconocimiento de dos personas de origen dominicana que han contribuido grandemente a la comunidad por sus servicios de 30 y 35 años respectivamente. Las dos personas, Luis Arias y Gabina Rodríguez, son también hermanos de sangre. Ellos participan del grupo de laicos de la Misión Compartida (Partners in Mission, en inglés) que después de año de medio de formación en la espiritualidad y carisma redentorista, en la fiesta del Santísimo Redentor en julio de este año, serán inscritos como colaboradores de la misión redentorista.

Interesante y meritorio de mencionar es que, entre los miembros de la comunidad redentorista de la Basílica, tres de los miembros (Roberto Wojtek, Norman Bennett y Manuel Rodríguez) han misionado en la República Dominicana por un total de 33 años entre los tres. También otro miembro de la comunidad (Kevin Moley) fue el superior provincial de la Provincia de San Juan y visitó en muchas ocasiones la República Dominicana durante sus dos términos (6 años) de animación provincial.

Después de la ceremonia en la Basílica del Perpetuo Socorro, la Comisión de la Altagracia, en continuación de las festividades, viajó a la Co-Catedral de San José de la diócesis de Brooklyn. El grupo de baile folklórico de nuestra Basílica fue invitado a danzar en la procesión de entrada de la Misa a la cual participaron cientos de dominicanos de toda la diócesis.

Sigue sonando en nuestros oídos la expresión frecuentemente repetida, “¡Que viva la Virgen de Altagracia!” y la respuesta, ¡“Que Viva”!