30 de junio: Memoria del Beato Gennaro Sarnelli

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Gennaro Maria Sarnelli

Amigo de san Alfonso y su fiel compañero, se adhirió al proyecto misionero del Santo con una contribución única, llegando a los más abandonados de Nápoles y sus alrededores. Escritor de talento, escribió mucho aunque sólo vivió 42 años. – El Papa Juan Pablo II lo beatificó el 12 de mayo de 1996.

Breve biografía del Beato Gennaro Sarnelli

El beato Gennaro Sarnelli nació en Nápoles el 12 de septiembre de 1702. Hijo del barón de Ciorani, tuvo una sólida formación cultural y espiritual. Dedicado al estudio de la jurisprudencia, se doctoró en derecho civil y canónico a los veinte años.

Cuidando enfermos en el Hospital de Incurables, sintió la llamada al sacerdocio. Durante este tiempo, también conoció a Alfonso María de Ligorio, que fue su primer biógrafo.

Ordenado sacerdote en 1732, se dedicó especialmente a la catequesis de niños y a la rehabilitación de chicas en peligro de prostituirse. En junio del año siguiente, ingresó en la Congregación del Santísimo Redentor, fundada por Alfonso María de Ligorio el 9 de noviembre de 1732.

Se dedicó a la predicación de la Palabra de Dios a los más necesitados de ayuda espiritual. Por motivos de salud, en 1736 regresó a Nápoles, donde, al tiempo que proseguía la actividad misionera en la Congregación de los Redentoristas, retomó sus anteriores actividades pastorales y caritativas, especialmente entre los enfermos, los ancianos, los encarcelados y los jóvenes obligados a trabajar como obreros portuarios. También inició un ferviente movimiento contra la difusión de la prostitución.

Escritor prodigioso, publicó más de treinta libros sobre temas muy variados: estudios sociojurídicos, cuestiones morales, mística, pedagogía, práctica pastoral, mariología y teología ascética. En 1741 organizó y participó en la gran misión entre las zonas espiritualmente abandonadas de la periferia de Nápoles.

Agotado por su celo ardiente, murió en Nápoles el 30 de junio de 1744, a la edad de cuarenta y dos años. El Papa Juan Pablo II lo beatificó el 12 de mayo de 1996.