El 5 de octubre, la Familia Redentorista conmemora al Beato Francisco Javier Seelos, sacerdote de la Congregación del Santísimo Redentor, originario de Baviera, siempre atento a las necesidades de los niños, los jóvenes y los inmigrantes.
Nació el 11 de enero de 1819 en Füssen, Baviera, Alemania y fue bautizado en el mismo día. Ingresó en un seminario diocesano en 1842 después de haber completado sus estudios de filosofía ya que tenía un gran deseo de ser sacerdote.
Tras conocer la obra de los misioneros redentoristas, fundados para la evangelización de los más abandonados, decidió hacerse religioso y ministrar a los inmigrantes de habla alemana en Estados Unidos. Fue aceptado por la Congregación el 22 de noviembre de 1842 y zarpó de Francia a Nueva York. Fue ordenado sacerdote en la Iglesia Redentorista de St. James en Baltimore, Maryland, EE. UU. Después de ser ordenado, trabajó durante nueve años en la parroquia de St. Philomena en Pittsburgh, Pensilvania, primero como pastor asistente con St. John Neumann, Superior de la Comunidad Religiosa, y más tarde como Superior él mismo y durante los últimos tres años como párroco. Durante este tiempo, también fue el Maestro de Novicios Redentoristas. Con Neumann, también se dedicó a predicar misiones.
Fiel al carisma redentorista, practicó un estilo de vida sencillo y una manera sencilla de expresarse. Los temas de su predicación siempre fueron escuchados y comprendidos incluso por la gente más sencilla. Un esfuerzo constante en su actividad pastoral fue instruir a los niños en la fe. No solo favoreció este ministerio, sino que también lo consideró fundamental para el crecimiento de la comunidad cristiana en la parroquia. Durante muchos años se dedicó al ministerio parroquial y sirvió en la formación de futuros Redentoristas como Prefecto de Estudiantes. Se esforzó por inculcar en estos futuros misioneros redentoristas el entusiasmo, el espíritu de sacrificio y el celo apostólico por el bienestar espiritual y temporal del pueblo. Pasó la mayor parte de su vida predicando misiones en inglés y alemán. Como párroco se le conocía, alegremente disponible para sus fieles y singularmente preocupado por los más pobres y abandonados. En el mes de septiembre, exhausto de visitar y atender a las víctimas de la fiebre amarilla, contrajo la temida enfermedad. Después de varias semanas de soportar pacientemente su enfermedad, pasó a la vida eterna el 4 de octubre de 1867, a la edad de 48 años.
El Padre Seelos fue proclamado Beato por el Papa San Juan Pablo II durante la celebración en la Plaza de San Pedro, el 9 de abril, del Solemne Jubileo del Año 2000.
Scala News