Disponibles para continuar la misión, iniciada por San Alfonso hace 292 años

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Redentoristas, miembros de la Casa General y de la Comunidad Internacional de San Alfonso en Roma se reunieron para una celebración eucarística en la capilla de la casa religiosa el 9 de noviembre, aniversario de la fundación de la Congregación del Santísimo Redentor.

El P. Zdzisław François Stanula CSsR, Vicario General, presidió la liturgia y pronunció la homilía. En ella recordó el celo apostólico de san Alfonso de Ligorio y su sensibilidad hacia las necesidades pastorales de la Iglesia. Dijo, entre otras cosas:

“El Fundador dejó a su familia en la metrópoli de Nápoles, «su zona de confort», y se dirigió al pueblo de Scala para vivir «con» y «entre» los más abandonados, para anunciar la copiosa redención a los pobres y abandonados en los márgenes de la sociedad y de la Iglesia. Con esto San Alfonso deseaba responder a las necesidades más urgentes de la Iglesia”.

“En los tiempos que siguen lo harán también otros Redentoristas, hombres de la Iglesia siempre “en movimiento”, siempre “en salida”: San Gerardo, San Clemente, San Juan Neumann, y luego muchos otros hermanos. Movidos por el Espíritu Santo, a lo largo de estos casi tres siglos, abandonaron valientemente sus países para emprender misiones hacia tierras desconocidas de América, África, Asia y Oceanía, sin “planes de acción” preestablecidos, dirigiéndose hacia extraños, pero muy amados por Dios.”

El aniversario de la fundación de la Congregación, que en sus casi 300 años de historia ha experimentado un crecimiento dinámico y ha dado a la Iglesia tantos celosos misioneros, pastores, teólogos, además de obispos, beatos y santos, es una ocasión para agradecer a Dios, pero también es una oportunidad para interrogarnos sobre el futuro.

“Hoy somos 4551 cohermanos presentes en 85 países del mundo. ¿Cuántos seremos y cómo seremos dentro de 10 o 20 años?” – El P. Stanula animó a los cohermanos a reflexionar y responder personalmente. Continuó: “Depende de ustedes y de mí, de cada uno de nosotros, si podemos permitirnos una nueva Misión de anunciar la buena nueva en el mundo “líquido” de hoy, permaneciendo alegres, disponibles, capaces de responder a las necesidades más urgentes de la Iglesia y de los tiempos”.

Después de la homilía, todos los hermanos presentes en la capilla renovaron su profesión religiosa, expresando así su lealtad al Redentor y su voluntad de continuar la misión de la Congregación, iniciada por San Alfonso y algunos de sus compañeros en Scala, hace 292 años.

Scala News