Inteligencia artificial y educación familiar

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Publicado en el Blog de la Academia Alfonsiana

La inteligencia artificial (IA) puede ayudar a los padres a educar a sus hijos de varias maneras, por ejemplo proporcionando aplicaciones educativas que faciliten el acceso a los recursos educativos más adecuados. Esto es especialmente importante en las zonas rurales y para los niños con necesidades especiales[1].

Las aplicaciones de inteligencia artificial pueden mejorar el aprendizaje familiar al identificar las áreas de dificultad de todos y sugerir formas de abordarlas con métodos, herramientas y materiales adecuados. Para estimular el compromiso y la motivación de cada alumno se puede recurrir a juegos y otros métodos para hacer más atractivo y ameno el proceso de aprendizaje. También ofrecen la oportunidad de evaluar inmediatamente el progreso de cada niño y la mejor manera de aumentarlo.

Estas ventajas y posibilidades van acompañadas de desafíos que deben abordarse. Las aplicaciones de inteligencia artificial, si se utilizan incorrectamente, pueden provocar adicción, obstaculizar el desarrollo socioemocional de un niño, reforzar los prejuicios y reducir la necesaria interacción cara a cara con otros estudiantes. Por ello, padres y educadores deben ser conscientes de los retos éticos que conlleva el uso de la IA.

El papel de los padres en la integración de la IA en la educación familiar
“Los padres son los primeros y principales educadores de sus hijos”, afirma Juan Pablo II. Esta tarea educativa es su “derecho y deber primario e inalienable”. Por ello, deben conocer las herramientas de IA disponibles actualmente y evaluar correctamente sus posibles beneficios y riesgos. Este conocimiento y formación les permitirá integrar la IA en la educación familiar y enseñar a sus hijos a utilizarla de forma ética y responsable.

La IA puede tener un impacto significativo en la dinámica familiar. Los padres deben asegurarse de que su uso no comprometa las relaciones interpersonales y los momentos significativos de intimidad familiar. La dependencia excesiva de la IA podría perjudicar el desarrollo de los niños, que necesitan interacción cara a cara para desarrollar habilidades sociales y emocionales como el respeto, la empatía y la colaboración.

Los padres deben implicarse activamente en el aprendizaje de sus hijos, aprovechando las posibilidades que les ofrece la IA para personalizar la educación, encontrar los recursos más adecuados y monitorizar su progreso. Además de hablar con sus hijos sobre las posibilidades y riesgos de la IA, los padres también deben asegurarse de que sólo utilicen aplicaciones adecuadas a su edad, que las utilicen correctamente y que no excedan el tiempo asignado a ellas. Los propios padres deberían ser modelos a seguir en el uso de estas tecnologías.

También deben garantizar que las aplicaciones de IA respeten la privacidad de sus hijos y no utilicen datos personales para fines no académicos. Las autoridades deben garantizar que los padres estén bien informados sobre cómo los programas de IA recopilan, protegen, utilizan y otorgan acceso a los datos personales de sus hijos, permitiendo así a los padres tomar decisiones informadas y responsables a este respecto.

Conclusiones
La IA presenta “oportunidades interesantes y riesgos graves” (WDP 2024, 1), incluso en un entorno familiar. Puede mejorar y personalizar la educación de los niños, pero también puede transformar “todo en cálculos abstractos que reducen a los individuos a datos, el pensamiento a un proceso mecánico, la experiencia a casos aislados, la bondad a la ganancia” (WCD 2024).

Los padres y otros profesionales de la educación deben mantener una comunicación fluida y constante para abordar juntos las necesidades específicas de cada alumno y orientar correctamente el uso de la IA, tanto en la familia como en el colegio. De hecho, “el propósito y el significado” de la IA dependen de nosotros (WDP 2024, 4).

[1] Estos párrafos están tomados del artículo: “”Educación e inteligencia artificial. El papel de la familia”, en Estudios Franciscanos 125/476 (2024) 89-102.

El artículo del prof. Martín Carbajo-Núñez OFM, se puede leer en el original inglés en el Blog de la Academia Alfonsiana.