CELEBRANDO EL 60 ANIVERSARIO DE “UNITATIS REDINTEGRATIO”
La Delegación de Ecumenismo de la diócesis de Madrid y la Universidad Eclesiástica san Dámaso, junto a nuestra parroquia del Santísimo Redentor-Madrid, hemos organizado dos actos celebrativos del camino hecho en la Iglesia católica desde la promulgación por Pablo VI, el 21 de noviembre de 1964, del Decreto sobre ecumenismo “Unitatis Redintegratio”.
La preocupación por el ecumenismo estuvo presente en los trabajos conciliares ya desde su misma convocatoria. Juan XXIII señaló como uno de los objetivos principales la unidad de los cristianos. En el inicio del Decreto leemos: “Promover la restauración de la unidad entre todos los cristianos es uno de los fines principales que se ha propuesto el Sacrosanto Concilio Vaticano II, puesto que única es la Iglesia fundada por Cristo Señor, aun cuando son muchas las comuniones cristianas que se presentan a los hombres como la herencia de Jesucristo”
Aitor de la Morena, delegado diocesano de ecumenismo en Madrid, junto con la Dra. Hna. Carolina Blázquez, profesora en la universidad eclesiástica san Dámaso, han sido el alma de la organización de los dos eventos con la presencia y ayuda de la comunidad ecuménica de Taizé en el Hno. Jean – Marie, y la aportación de nuestra parroquia del Santísimo Redentor.
El acto académico del jueves 21, en la UESD, constó de dos sesiones. Una en la que el obispo emérito de Almería, D. Adolfo González, nos recordó el camino ecuménico hecho por la Iglesia Católica durante estos últimos sesenta años. La segunda sesión, moderada por la profesora Hna. Carolina Blázquez, fue una mesa redonda en la que participaron el Hno Jean Marie, de Taizé, que desde la experiencia de su comunidad, habló del ecumenismo espiritual. Nos recordó esa cita de Juan XXIII que tanto gustaba al Hno Roger: “No juzgaremos la historia. No trataremos de averiguar quién tenía razón y quién no. Diremos:¡Reconciliémonos!”. El profesor Juan Sánchez, de la facultad protestante SEUT, habló del ecumenismo teológico. Del ecumenismo de la caridad habló María José Borrego, miembro del movimiento Focolar. Finalmente, la Hna. Carolina dijo unas palabras sobre el ecumenismo de la sangre, de quienes se sabe que han sido martirizados no tanto por pertenecer a una iglesia o comunidad sino por el hecho de ser cristianos.
Al día siguiente, el viernes 22, se realizó en nuestra parroquia la Vigilia de Oración por la Unidad, siguiendo el esquema y los cantos de las oraciones de Taizé. Unas doscientas personas nos reunimos para la oración. Antes un coro de voces e instrumentos había preparado los cantos. Los textos. El esquema. La decoración del lugar. La acogida.
Numerosas han sido las jóvenes hermanas del monasterio de la Conversión. Presentes también las misioneras de la unidad y representantes ortodoxos de la iglesia rumana y otras confesiones. Con la procesión de entrada se inició la plegaria con los cantos “¡Despierta, tú que duermes!” y “Christe, lux mundi”. Unas palabras de acogida por el Delegado diocesano de ecumenismo, seguidas del canto “Dominus Spiritus est” y la proclamación del salmo 103 (102) intercalado con el canto del Aleluya.
Terminada esa alabanza, un joven ortodoxo proclamó el Evangelio (Jn 17,17-24) seguido de una breve meditación por parte del Hno Jean Marie, de Taizé. Terminada la meditación, tras el canto “Dios es ternura”, se realizó un tiempo de silencio orante.
Los hermanos ortodoxos intercalaron el Kyrie entre las diferentes intercesiones compuestas con textos del decreto conciliar Unitatis Redintegratio. Destaco el UR7: “El verdadero ecumenismo no puede darse sin la conversión interior. En efecto, los deseos de la unidad surgen y maduran de la renovación del alma, de la abnegación de sí mismo y de la efusión generosa de la caridad”. Otro conjunto de preces giró en torno a temas sociales, especialmente por la paz en el mundo entero y por los pueblos de Ucrania, Medio Oriente, Haití, Nicaragua, Etiopía, Yemen …
Antes de rezar el Padrenuestro, cantamos el “Nada te turbe”. Tras la bendición, las personas se acercaron a la cruz que presidió la plegaria y ante ella prendieron una velita que fue el regalo para salir del templo portando la luz del Resucitado, a la vez que cantábamos “Luz es tu Palabra”.
El vicario de ecumenismo doy las gracias a todos los presentes y concluimos cantando “Que todo el mundo alabe”.
Terminada la oración el P. Marek, de Polonia, nos hizo una foto recuerdo junto al Hno Jean Marie, de Taizé con algunos de los redentoristas asistentes: Paulo, de Brasil; Gerardo, de Puerto Rico; Carlos, de Bolivia y José Miguel, de Madrid.
José Miguel de Haro, C.Ss.R.