Ordenación sacerdotal y Primera Misa del P. Gianluigi Colucci CSsR

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Un torbellino de emociones ha conmocionado el corazón de la comunidad redentorista de Francavilla al Mare, en Italia. En la solemnidad de la Inmaculada Concepción, la ciudad de Francavilla vio a uno de sus hijos convertirse en sacerdote.

Gianluigi Colucci, misionero redentorista y natural de Francaville, fue ordenado presbítero: sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec. La Santa Misa de Ordenación tuvo lugar el sábado 7 de diciembre durante las primeras vísperas de la Inmaculada Concepción, exactamente un año después de su Ordenación Diaconal.

La Parroquia de San Alfonso María de Liguori acogió la solemne liturgia, y no podía ser de otra manera, ya que la Iglesia, además de ser la Parroquia donde Gianluigi recibió buena parte de los Sacramentos de la Iniciación Cristiana y donde se ha desarrollado su vocación Redentorista, y será, durante los próximos años, el lugar donde ejercerá su ministerio sacerdotal.

La celebración estuvo presidida por Mons. Bruno Forte, arzobispo de Chieti – Vasto y contó con la participación de numerosos hermanos de toda Italia y más allá. Durante su formación, Gianluigi tuvo la gran fortuna de ver nacer lazos y amistades profundas incluso más allá de los Alpes y muchos respondieron con alegría a su invitación de celebrar con él en estos días.

Además de toda la comunidad redentorista de Francavilla, estuvo presente el P. Gennaro Sorrentino, Provincial de Europa del Sur, cohermanos de nuestras casas de Roma, Bussolengo, San Sperate, Pagani, Frosinone (donde Gianluigi desarrolló buena parte de su ministerio diaconal), Materdomini, República Checa y Eslovaquia, Ucrania. También prestaron su servicio dos diáconos permanentes de la parroquia y un nutrido grupo de jóvenes de la misión redentorista en Albania, coordinados por el estudiante Massimo (San Joaquín) y hermano Paolo (Materdomini).

Desde los primeros momentos se pudo percibir la gran emoción de la comunidad parroquial allí reunida y acompañando a Gianluigi en su AQUÍ ESTOY definitivo al Señor.

El arzobispo también mostró emoción en varias ocasiones. A menudo recordó, durante la celebración, su profunda conexión con los Redentoristas y, sobre todo, con nuestro fundador, San Alfonso. En su homilía, a partir de las lecturas de la solemnidad, destacó claramente la profunda conexión entre San Alfonso y los Redentoristas y la Virgen Inmaculada. Él, recuerda el Obispo, confía en que cualquier pecador, invocando a la Madre Celestial, la encontrará con las manos llenas de misericordia y de gracia.

La celebración continuó con las promesas del elegido y el canto de las Letanías de los Santos. Tras la imposición de manos del obispo y de todos los sacerdotes presentes, en el silencio general, la emoción de alegría y de gracia se hizo casi tangible en los rostros de los presentes y especialmente de los padres. Una emoción que derivó en largos aplausos cuando Gianluigi agradeció a todos los sacerdotes e intercambió con ellos un abrazo de paz.

Al día siguiente, a las 11.30 horas, la Comunidad se reunió nuevamente en la misma iglesia para la Primera Santa Misa presidida por el P. Gianluigi. El coro juvenil de la PGVR de Francavilla amenizó de manera magistral la celebración.

Visiblemente emocionado, el P. Gennaro Sorrentino pronunció la homilía. Definiendo su vocación como una larga historia de amor e investigación en el discernimiento de la verdad, fruto de una elección y entrega al Señor. Inspirándose en las lecturas del día, deseó al nuevo sacerdote que esas palabras se conviertan en un faro brillante para su ministerio.

Al final de la celebración llegó un cordial saludo del P. Massimiliano Guardini (Superior de la Comunidad de Francavilla) a quien siguió el agradecimiento final del P. Gianluigi. Al recordar tantas personas y tantos hermanos que se convirtieron en colaboradores de Dios en su camino vocacional y consagrado, a Gianluigi le fue imposible contener las lágrimas de gratitud. Finalmente, dedicó sus últimas palabras a su comunidad parroquial, en la que desempeñará su nuevo ministerio sacerdotal.

Deseamos al p. Gianluigi un ministerio fecundo y lleno de amor a Dios y al rebaño que le fue confiado.

p. Fabrizio Podda CSsR