El Beato Pedro nos recuerda que los lugares periféricos son los lugares privilegiados de nuestra misión

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Hace un año, en la fiesta del Beato Pedro Donders, se inauguró la nueva Provincia de la Congregación de los Redentoristas que lleva su nombre y que comprende las antiguas entidades de Buenos Aires, Paraguay, Santiago de Chile y Resistencia en América Latina. Con ese motivo, Scala News ha pedido al padre provincial Hector Javier Machado, CSsR, una reflexión desde compromiso de la nueva provincia en tierras de América donde el beato redentorista entregó su vida a favor de los más débiles y abandonados.

SCALA NEWS Padre Javier, ¿Por qué eligieron este nombre (y este personaje) como patrón de la nueva provincia?

P. JAVIER: Luego de muchas propuestas en diversas asambleas, cuando Pedro Donders fue propuesto como nombre para nuestra nueva Provincia en la Reunión de los cuatro Consejos de las antiguas unidades, los que lo secundamos lo hicimos por el siguiente motivo entre otros:

Elegimos este nombre porque el beato redentorista Pedro Donders, entregó su vida en América Latina, aquí se ha quedado y aquí está su santuario. Él es lo más cercano que tenemos a la santidad de nuestra Congregación hecha carne en América Latina, y quisimos contar con este intercesor y modelo de redentorista en este desafiante camino de unión que íbamos a emprender. La santidad de su vida nos inspiraba el desprendimiento (distaco) y el abandono total en las manos de Dios, algo que necesitaríamos cultivar mucho para poder llevar adelante este proyecto de unidad y comunión. Por otro lado, Pedro Donders tuvo claro a quien, concretamente estaba anunciando la Redención Abundante, a los esclavos que trabajaban en los cañaverales de Surinam, a los indígenas, y a los leprosos marginados en Batavia; recordándonos así que la reestructuración es para la misión.

En la imagen: el padre Hector Javier Machado, CSsR, Superior de la Provincia Pedro Donders

SCALA NEWS Padre Javier, En este año cumplido como Provincia Pedro Donders, ¿qué aspectos del beato redentorista se han visto reflejados en la pastoral o en las misiones redentoristas de su (vuestro) territorio?

P. JAVIER: Hay un aspecto de la vida del Beato Pedro Donders que se refleja en las opciones de nuestra Provincia, es la opción concreta por las personas más alejadas, como lo fueron los esclavos, indígenas, y leprosos abandonados de Batavia. La Provincia Pedro Donders tiene presencia misionera en lugares alejados como lo es Mozambique en África, la Patagonia Argentina-Chilena en el extremo sur del continente latinoamericano, los valles de los alrededor de Cachi en Salta, el campo goyano en Corrientes y el campo en Carapeguá, la misión de Itapúa en el sur paraguayo, San Lorenzo en el norte chileno, y todas las periferias de nuestras parroquias urbanas, entre otros lugares alejados y pobres a los que llegamos; en apenas un año de vida de nuestra Provincia, el Beato Pedro Donders nos recuerda que esos los lugares periféricos de nuestra unidad son los lugares privilegiados de nuestra misión, y requieren nuestra disponibilidad religiosa y misionera para seguir allí, e incluso abrirnos a más desafíos apostólicos en lugares alejados y abandonados, en la medida que nuestra situación económica y de cohermanos nos lo permita.

SCALA NEWS Padre Javier, ¿Qué detalle de la vida del beato pueden sugerir a toda la Congregación para reflexionar y poder conocer mejor a Pedro Donders y así celebrarlo mejor en todo el mundo?

P. JAVIER: En las dos respuestas anteriores hay detalles de la vida de nuestro cohermano Pedro Donders que pueden hacer reflexionar a toda la Congregación, pero hay un aspecto importante de su vida que nos ilumina de manera especial en este tiempo que estamos viviendo como familia redentorista en todo el mundo. Nos referimos a su capacidad de reestructurarse a lo largo de su generosa vida. Recordemos que Pedro Donders, siendo un sacerdote diocesano, a los 32 años deja la comodidad de Holanda (hoy Países Bajos) y parte a Surinam, para ello necesitaba reestructurar su vida, o dicho de otro modo, necesitaba una vida reestructurada. Luego ya a los 56 años de vida, haciendo un serio discernimiento y respondiendo a las circunstancias del momento, deja su ministerio diocesano y se incorpora a la Congregación del Santísimo Redentor, para asumir la vida religiosa misionera, para esto también necesitó reestructurar su vida. Además de esos momentos claves, toda su vida reflejó esa capacidad de desprenderse, de abrirse a otras realidades, de repensar su servicio misionero, o sea de reestructurarse para la misión, identificando claramente a sus destinatarios e interlocutores más abandonado, a los que Dios lo enviaba porque él estaba siempre disponible.

Muchas gracias.