Una oportunidad única se presentó cuando los Asociados Laicos de Grande Prairie se reunieron con el Padre Ivel Mendanha, Consultor General y Predicador de la reciente Misión Parroquial “Peregrinos de la Esperanza” de la Iglesia de San José. Fueron amablemente recibidos por los Padres Ed Eherer y Joseph Horo en su residencia. El Arzobispo Gerry Pettipas y su coadjutor, Charles Duvall, también estuvieron presentes.
¡Qué gran regalo!
El Padre Ivel agradeció a los Asociados su compromiso y servicio. Explicó que la tradición de los Asociados Laicos Redentoristas se remonta a los inicios del ministerio de San Alfonso y a la fundación de la Orden Redentorista. A su vez, el cofundador, San Clemente Hofbauer, siguió las enseñanzas de San Alfonso (aunque nunca lo conoció) y utilizó el mismo método para acercarse a los laicos y capacitarlos para compartir la buena nueva con los pobres y marginados.
Este pedacito de historia sin duda nos hizo reflexionar.
El P. Ivel habló sobre el mundo redentorista, ¡literalmente! Compartió las estadísticas de matriculación a nivel mundial y las zonas que estaban aumentando y disminuyendo. No fue sorprendente saber que la matriculación en Norteamérica había disminuido, dada la creciente cultura y sociedad secular.
El P. Ivel compartió la sabiduría del Santo Padre: para crear comunidad, debemos salir del esquema del pensamiento tradicional. Debemos identificar los puntos en común que afectan a todos, sin importar la fe que tengan, o incluso si no profesan ninguna. La trata de personas, el cambio climático, la pobreza y el racismo son algunos ejemplos que no conocen fronteras. Contacten, conversen y, a partir de ahí, intenten construir comunidad.
La velada fue aún más especial con la presencia del Arzobispo Gerry y el Obispo Electo Charles. Como dijo el P. Ivel durante la Misa de clausura de la Misión: “¿Con qué frecuencia un Arzobispo y un Obispo Electo, ambos de la Orden Redentorista, celebrarían Misa juntos en una parroquia redentorista?”. Estamos muy bendecidos. El Padre Ivel reconoció al Arzobispo Pettipas por vivir el carisma redentorista como arzobispo, con su auténtica vocación de misionero de la esperanza, donde se esfuerza por estar presente donde más se necesita y por adaptarse a los tiempos. Su amabilidad, gentileza y humildad le han hecho muy querido en esta arquidiócesis.
Fue un gran privilegio y una enorme bendición conocer y escuchar al Padre Ivel mientras compartía su conocimiento y perspectiva sobre el mundo redentorista y respondía a otras preguntas. En definitiva, el mensaje fue claro: como Peregrinos de la Esperanza, todos caminamos juntos en el camino de regreso a casa.
Josy Burrough,
Asociado Laico Redentorista
Parroquia de San José, Grande Prairie
Canadá
