La encarnación y la empatía espiritual tridimensional de San Alfonso

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(del Blog de la Academia Alfonsiana)

En el contexto del 150 aniversario de san Alfonso María de Ligorio como Doctor de la Iglesia, os invito a captar el pensamiento de san Alfonso desde una nueva perspectiva a partir de su Novena de la Santa Navidad. En su experiencia espiritual, San Alfonso había comprendido y sentido la profundidad del trabajo del amor incondicional y la empatía de la encarnación. De hecho, podemos apreciar la importancia de este tema en sus meditaciones de Adviento y Navidad.

  1. La triple dimensión empática y espiritual de la encarnación

A la luz de su relación amorosa y afectuosa con el Padre y el Hijo, se puede decir que San Alfonso, gracias a su vida mística y a su psicología intuitiva, experimentó y sintió en sus entrañas una triple dimensión empática y espiritual del misterio de la encarnación:

1) La empatía espiritual del Padre hacia nosotros: El Padre Celestial manifiesta un amor empático hacia nosotros a través del don de su Hijo unigénito para hacernos partícipes de su vida y salvación (empatía 1).

2) La empatía espiritual del Hijo hacia nosotros: El Hijo de Dios, el Divino Niño Jesús y Redentor, adopta una actitud empática, aceptando abrazar nuestra condición humana, para revelarnos con compasión y misericordia, el amor incondicional del Padre Celestial para nosotros (empatía 2).

3) La empatía espiritual y caritativa de los discípulos de Cristo: Finalmente, como discípulos de Cristo, estamos invitados a desarrollar una relación de amor empático con el Padre, acogiendo en la fe al Hijo de Dios, nuestro Redentor, que nos ayuda a vivir una empatía caritativa. relación con nuestros hermanos y hermanas (empatía 3).

  1. Por una nueva interpretación de la encarnación

Analicemos algunas meditaciones del santo doctor, con el objetivo de identificar estos tres aspectos de la empatía espiritual de la encarnación como clave para la comprensión.

En la tercera meditación sobre el Adviento, El don del Padre celestial, San Alfonso escribe:

Considere cómo el Padre Eterno, dándonos a su Hijo como Redentor, [empatía 1] […] no pudo darnos razones más fuertes de esperanza y amor [empatía 1], para darnos confianza y obligarnos a amarlo [empatía 3]. […] Este don, que Dios nos hizo de su Hijo, es un don que nos da a cada uno de nosotros [empático 1]; […] Para que cada uno pueda decir: Jesús es todo mío […], su vida es mía [empatía 3]. […] Por tanto […] todos pueden decir: mi Redentor me amó [empatía 2], y por el amor que me trajo, se entregó todo a mí [empatía 2] [1].

En la Oración de Jesús Luz de los Pueblos que sigue a la meditación de Navidad, San Alfonso escribe:

Mi querido Jesús, […] ya que vuestro Padre os ha dado a me [empatía 1] eres mío [empatía 3], para mí naciste, por mí eres entregado [empatía 2]. […] Y si eres mío, ¿quién podrá alejarte de mí? [empatía 3] […] Te doy gracias, Padre Eterno, por haberme dado a tu Hijo [empatía 1]; y como me lo has dado todo [empatía 1], yo te lo doy todo [empatía 3]. […] Y tú, mi Salvador, si eres todo mío [empatía 2]; sé que soy todo tuyo [empatía 3] [2].

  1. Conclusión

Estas meditaciones alfonsianas nos ofrecen algunas claves de lectura para profundizar aún más en la riqueza de la empatía cristiana. Así, pueden ayudarnos a intensificar y profundizar nuestra relación de amor empático hacia el Padre celestial, hacia el Niño Jesús nuestro Redentor y hacia nuestros hermanos y hermanas. Así, la experiencia compasiva y caritativa de la empatía cristiana nos permitirá a todos ser testigos y sembradores de la Esperanza y la Salvación que el nacimiento del Redentor trae al pesebre de Belén y a toda la humanidad.

Bibliografía

De Liguori, Alfonso Maria, Navidad: meditaciones y poemas (Edición editada por Oreste Gregorio, C.Ss.R.), Vol. 57, San Paolo, Milán 20033, (Alf 100 1 30).

padre Mario Boies, C.Ss.R., M.Ps.


[1]    A.M. de Liguori, Natale: meditazioni e poesie (Edizione a cura di Oreste Gregorio, C.Ss.R.), Vol. 57, San Paolo, Milano 20033, 20-21.

[2]    Ibid., 61-62.