Una fiesta comunitaria acompañó la inauguración de la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Mons. Van Dat elogió a los misioneros redentoristas y su compromiso en el campo de la educación y el trabajo social. La parroquia de Bac Kan fue fundada en 1928 y actualmente cuenta con 1.200 fieles.
(Hanoi)- La “primera iglesia” de la provincia es “motivo de orgullo y un claro signo de la fe de los católicos de la región”. Expresan alegría y satisfacción las palabras del sacerdote redentorista Joseph Nguyen Van Tinh, responsable de las obras de la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro que se inauguró el pasado 20 de octubre en una zona montañosa de la diócesis de Bac Ninh, provincia de Bac Kan (norte de Vietnam). Asistieron a la ceremonia, presidida por Mons. Cosme Hoang Van Dat, un centenar de sacerdotes, funcionarios del gobierno local y gran número de fieles.
La mayoría de los católicos de Na Phac pertenecen a grupos étnicos y dependen de la parroquia de Bac Kan, fundada en 1928, que actualmente cuenta con casi 1.200 fieles. El padre Tinh, de 49 años, atiende a la comunidad local desde 2011 y describe el nuevo templo a Eglises d’Asie (EdA): fue construido en estilo gótico, con un campanario. Tiene capacidad para 300 personas y será el centro de referencia para los habitantes de la zona, un santuario de paz y alegría. “Esperamos -afirma- que en este lugar la gente pueda hacer más firme su fe y aprender a encomendarse a Dios”.
El obispo visita regularmente esta región montañosa y remota y ha celebrado numerosos bautismos en las comunidades étnicas. “Hoy – dijo Mons. Van Dat en su homilía – es un día feliz para los habitantes de Na Phac “y toda la comunidad debe rendir homenaje al trabajo de los redentoristas y de todos los que colaboraron en la construcción de este nuevo lugar de culto, que también fue financiado por “generosas donaciones” de particulares.
En 2011 el prelado ordenó al padre P. Tinh. Ese mismo año le asignó la comunidad de Na Phac y en 2014 la parroquia de Bac Kan, donde también trabajan los misioneros redentoristas. Estos últimos se encargan de evangelizar a los grupos étnicos y de apoyar los esfuerzos para garantizar el pleno acceso a la educación y la vivienda de los niños de las minorías étnicas. Los religiosos también ayudan a las comunidades locales a preservar su cultura y su lengua de origen, traduciendo las escrituras y los himnos al hmong y celebrando la misa en el idioma local y en vietnamita. Debido a las enormes distancias, muchas familias tienen que hacer largos viajes y llegan a la parroquia la noche anterior para estudiar el catecismo o participar en la misa.
Desde que se realizaron los primeros cinco bautismos de una familia Hmong en 2015, la comunidad de Na Phac ha crecido hasta tener hoy 450 católicos, la mayoría de los cuales son de origen Hmong y Dao. Muchas familias católicas de la etnia Kinh llegaron a la región en 1979 desde la provincia de Cao Bang, escapando de la posible invasión china de Vietnam. Na Phac es una de las cinco realidades parroquiales que dependen de Bac Kan. Esta es la única parroquia de la provincia y lleva 60 años sin sacerdote residente debido a las guerras y persecuciones religiosas.
(AsiaNews / Ucanews / Scala News)