Desde el sábado 19 al lunes 21 de noviembre del año en curso, en el Convento San
Alfonso de Villa Allende, provincia de Córdoba, bajo el lema «Llamados por tu amor,
respondemos en el servicio y la misión» tuvo lugar el primer Encuentro Nacional de
Hombres Redentoristas.
Un variado grupo de hombres de distintas comunidades redentoristas, junto a los PP. Ariel
Cattaneo y Charlie (Carlos) Furmento, el Hno, Gonzalo Sotelo y Victor Colombani
(misionero laico de la comunidad redentorista de Rosario) se dieron cita en el Centro de
Espiritualidad para rezar y compartir en torno al don de la masculinidad ante los desafíos
que la cultura de hoy (a veces tan polarizada y tironeada desde distintas ideologías) va
presentando como desafío a nuestro ser cristiano.
La propuesta giró en torno a la invitación del papa Francisco, reiterada en muchas de sus
provocaciones, apuntando al dinamismo del Ver-Juzgar-Actuar. Así, primeramente nos
centramos en la pregunta ¿Con qué venimos, cómo estamos? con la conciencia de saber
que los extremismos siempre nos descentran de lo esencial y verdaderamente importante.
Seguidamente nos enfocamos en otros dos cuestionamientos para discernir nuestra
realidad: ¿Qué es lo propio de nuestro ser varones? ¿Y de nuestro ser hombres cristianos?;
en donde la figura de san José ha sido el ideal inspirador, desde la Carta de Francisco
«Con Corazón de Padre», para pensarnos y re-pensarnos como hombres de fe-hombres
de Dios, que aspiran y quieren ser también “hombres justos”.
Finalmente –dando un paso más en la búsqueda y en el reflexionar acerca de nuestra
verdadera identidad, viviendo y compartiendo el carisma redentorista– quisimos dejarnos
inspirar y animar por los rasgos de la masculinidad de Jesús, ya que Él más que ninguno,
es la meta hacia la cual queremos caminar. Él es EL HOMBRE, así, con mayúsculas.
Ciertamente han sido unos días marcados por un clima de alegre comunión y fraternidad,
desde una honda espiritualidad anclada al misterio de la Encarnación del Redentor, que
se hizo hombre para enriquecer nuestra humanidad y revelarnos el verdadero rostro del
hombre, y del propio Dios.
Hemos vuelto a nuestras comunidades animados por el gozoso compromiso y el firme
propósito de encarnar, en medio de nuestros ambientes, la riqueza y el aporte que desde
nuestra masculinidad podemos aportar a la Iglesia.
P. Carlos Furmento y Hno. Gonzalo Sotelo
Misioneros Redentoristas
