Los Redentoristas de la Conferencia de América Latina y El Caribe celebran la 3ra. fase del XXVI Capítulo General de la Congregacion estos días. Un contexto con mucho significado en el cual se desarrolla este evento es el proceso de restructuración de la Congregación Redentorista y la creación de nuevas Provincias. Para conocer el espíritu con el cual los Redentoristas del continente de la Esperanza viven este tiempo, Scala News ha conversado con el p. Jairo Díaz, Consultor General presente en el encuentro de Paraguay.
Aquí la entrevista completa:
- Cómo evalúa el desarrollo del proceso de reestructuración en América Latina y El Caribe?
Como un tiempo de vivencia dinámica con el llamado a ser fieles al carisma, a la misión redentorista, con sentido de humanidad. Se avanza en el propósito de llevar adelante el proceso de reestructuración y de reconfiguración de las provincias existentes, por medio de la toma de conciencia: reuniones, asambleas, retiros y encuentros. Las actuales Provincias continúan en la búsqueda de ser fieles al carisma y a su compromiso misionero. La Conferencia, en medio de temores y esperanzas, en su conjunto acogió plenamente el proceso de reconfiguración, visto como una forma de fortalecimiento para la misión. Se constata de una manera efectiva, la importancia de un trabajo colaborativo, en comunión y en misión compartida. Se percibe apertura, solidaridad misionera, misión en distintos campos, una mirada clara para compartir entre sí, superando las dificultades y asumiendo retos, en medio de la novedad que trae el proceso de reestructuración y de reconfiguración.
- La reconfiguración, como etapa concreta de la reestructuración, desafía a los Redentoristas a renovarse, a reimaginar su identidad misionera para responder mejor a las llamadas de hoy. ¿Cómo llevar a la práctica esta propuesta sin perder la esencia del carisma redentorista?
Por medio de la vivencia de la comunidad apostólica y del sentido de pertenencia a la comunidad de hermanos, ya que la vida comunitaria es esencial en la identidad redentorista. Siendo cercanos a las personas más abandonadas, con sencillez de vida, estar con la gente y con disponibilidad para compartir con ellos.
Con capacidad para encontrar a los nuevos abandonados en las realidades donde se vive el proyecto misionero, al estilo de Alfonso en los inicios de la Congregación. Desde el sentido de itinerancia, de fidelidad creativa, de éxodos y salidas para encontrar a los más pobres.
- ¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan los Redentoristas en el continente de América Latina y el Caribe?
Considero importante el desafío de la formación para la Misión.
Una formación centrada en la persona; desde una humanidad plena en el proyecto de auto-trascendencia por el amor, por el don de sí. “Si no se edifica sólidamente la humanidad, se prepara la debilidad de la perseverancia”.
Una formación humana, que sepa luchar con las imperfecciones. Que los formandos puedan asumir y vivir alegremente su afectividad.
Una formación que ayude a construir personalidades sanas y coherentes en el discernimiento. Una formación que acompañe y forje identidad en lo pastoral y en lo apostólico, que prepare para la fidelidad y no para el éxito.
Y, sobre todo una formación que esté en clave de evangelización, partiendo de la necesidad de formarse, para luego evangelizar desde la tradición de la Congregación.
- Entre las prioridades apostólicas de la Congregación, ¿qué aspectos podrían mejorarse para fortalecer la presencia redentorista en América Latina y El Caribe?
El Plan Apostólico propone prioridades misioneras y apostólicas. Para ponerlas en práctica se necesita dejar estructuras que no permiten actuar con dinamismo misionero, o no contribuyen a ello.
En las nuevas Unidades se necesita formar equipos para trabajar con los distintos interlocutores que señalan los planes apostólicos, los pobres, los migrantes, las mujeres, jóvenes y niños en situación de vulnerabilidad, los afroamericanos, los campesinos, etc. Este discernimiento de las prioridades se ha de hacer oyendo el clamor de la gente, ofreciendo no lo que es de nuestro agrado o conveniencia, sino lo que la gente busca o necesita, estando insertos en su contexto y saliendo a su encuentro en las periferias existenciales. Continuar el camino con una mirada proyectiva de fidelidad al Evangelio, en donde se puede descubrir lo que Dios quiere, guiados por el Espíritu Santo y con sentido comunitario.
Haciendo de la misión una misión compartida, reconociendo en los laicos la presencia de Iglesia y de esta manera, encontrar en ellos el apoyo y el ejercicio de la misión.
Scala News