En Memoria de Enrique Dussel (1934-2023)

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Enrique Dussel. Foto: Antonio Nava / Secretaria de Cultura / via Flickr.com / CC BY-SA

(del Blog de la Academia Alfonsiana)

Quisiera rendir un pequeño, pero espero significativo, homenaje a este hermano del camino, hermano por sus orígenes, por sus investigaciones y opciones de vida y de reflexión, por sus aportaciones ampliamente conocidas en muchos círculos académicos, aunque no siempre sea tan conocido y estimado por quienes tal vez deberían. Nacido en Argentina (Mendoza) y recientemente fallecido en México (5 de noviembre), su tierra adoptiva, casado y con dos hijos. Su formación, filósofo, teólogo, historiador, es amplia y variada, aunque con opciones bien definidas; formó y desarrolló su actividad formativa y educativa en diferentes lugares y desde diferentes perspectivas: Argentina; España; Palestina; Francia; Alemania; México.

Sus aportes siempre han nacido de la amalgama de vida, sentida, sufrida y enriquecida por sus investigaciones y opciones. Una reflexión a partir de una praxis vivida y para una praxis transformadora. Vale la pena iniciar su memoria con sus propias palabras que nos transmiten ese duro momento que marcó no solo su éxodo forzado de la Argentina, sino el resto de sus itinerarios. En la Introducción a su obra Ética de la Liberación[1], dice: «Comencé a escribir esta obra en octubre de 1993, veinte años después de haber sufrido un atentado de extrema derecha en Argentina que destruyó parcialmente mi casa y mi biblioteca en Mendoza. En ese momento yo estaba escribiendo Por una ética de la liberación latinoamericana». Corría el año 1973, dos años después abandona definitivamente el país exilándose en México. En esos años fue cofundador, junto a otros filósofos argentinos, del movimiento de filósofos de la liberación, durante el II Congreso Nacional de Filosofía (Córdoba -1971). A raíz de este nacimiento, tiempo después el grupo publicó el que fue considerado el primer manifiesto de la filosofía latinoamericana de la liberación: Hacia una filosofía latinoamericana de la liberación[2].

Se ha escrito y se escribe mucho sobre Dussel estos días, basta con hacer una búsqueda exhaustiva en Internet para encontrar de todo[3]. Aquí nos interesa rendir homenaje a su memoria por la importancia de su contribución a la formulación de una ética profundamente humanista y liberadora. Y esto por dos razones, porque dentro de sus grandes aportes, este es sin duda un pilar fundamental; y, además, porque lamentamos que muchas personas que se dedican a la moral y la filosofía no conozcan y/o subestimen su aportación.

Como premisa general, se puede decir que Dussel intentó entrelazar sus aportes con los hilos del valor de la historicidad y el valor de las experiencias concretas de vida (en su complejidad y radicalidad sociopolítica), privilegiando la densidad práxica de la realidad histórica, releyéndola a partir de sus relecturas desde los aportes de otras filosofías críticas[4]. Sus lecturas siempre han sido complejas, estructurales y sistémicas, nunca lineales, dualistas o encubridoras. Pero, al mismo tiempo, haciéndose cargo de sus opciones sociales, teológicas y filosóficas, todas ellas enmarcadas en su clara elección de caminar junto a los más pobres, a las víctimas y a los rechazados por todos los sistemas reflexivos y operativos predominantes, asumiendo un interés decisivo por sus causas y ofreciendo posibles alternativas.

En la brevedad de este espacio, destacamos solo tres cosas de su obra Ética Comunitaria[5]. Tres cosas que podrían seguir contribuyendo a la creación de una moral o ética profundamente humana, cristiana y liberadora. La primera es que el Autor pretende proponer temas que tradicionalmente se abordan en el marco de la ética social. Pero hacerlo desde el punto de vista de la teología de la liberación significa que se plantean de otra manera, y con el objetivo de ofrecer claves que van más allá de la ética social. Esto es así, porque se toma el “lugar social” como un lugar fundamental desde el cual se reconfiguran otros lugares, y desde el cual se proponen criterios hermenéuticos que pueden contribuir a releer otros parámetros éticos. Las otras dos cosas tienen que ver con el estilo/perspectiva y en particular con su propuesta ética. Para ejemplificarlos nos limitaremos a citar directamente al Autor. Y con esto concluimos esta Memoria, esperando que pueda ser una semilla para el futuro…

El estilo: «Queremos ser claros, simples y científicos, comprensibles y al mismo tiempo profundos, pedagógicos y realistas. Como dice Tomás de Aquino en la Introducción a su Comentario a la Ética de Nicómaco, pasaremos de lo “simple a lo complejo” o, en otras palabras, de lo abstracto a lo concreto. Somos conscientes de ser tradicionales -es decir, de asumir la tradición más antigua y reciente de las comunidades cristianas- y, por tanto, nuestra posición debe ser profética, según el Evangelio y las necesidades de los pobres: una posición crítica, liberadora. No nos interesa demasiado el fetichismo de los grandes autores, de los teólogos consagrados, de las grandes obras, de los clásicos. Estamos interesados ​​en la contribución que han hecho para resolver los problemas que enfrentan los cristianos en el mundo de hoy. No debe ser un discurso académico, sino pertinente (es decir, debe responder a la realidad de los hechos vividos)» (pp. 8-9).

Su propuesta ética: «La moral teológica dominante no cuestiona la primera “tierra” (el hombre viejo; en América Latina el actual sistema opresivo que es el capitalismo dependiente), no colocando como horizonte necesario de todo su discurso la utopía de la futura “tierra” (el hombre nuevo), no hacen más que proponer una moral reformista, en tierra caldea, en Egipto. Nunca “saldrán” al desierto, ni recibirán en el desierto la “nueva” ley (las “nuevas” normas éticas). La cuestión de las normas, las leyes, las virtudes, los valores e incluso los propósitos debe plantearse dentro de la problemática de las dos tierras (totalidad/externalidad; sistema dominante/utopía; capitalismo dependiente/alternativas; etc.). La ética de la liberación (genitivo objetivo) es la de cómo ser “buenos” (justos; salvos) no en Egipto o bajo el reinado de David, sino en el “pasaje”, en la transición de un “viejo” orden al “nuevo” aún no en vigor. Los héroes y los santos no regulan su conducta según normas “vigentes”. […] ¿Cuál es el fundamento del carácter ético de la práctica de los héroes, cuando se rebelan contra las leyes, normas, presuntas virtudes o valores, contra los fines de un sistema injusto? Esta pregunta, que para los europeos o norteamericanos solo puede ocupar un apéndice de la teología moral, es para los cristianos de la periferia del mundo el primer capítulo de toda teología fundamental, en el sentido de que responde a la pregunta: ¿para qué sirve la teología como totalidad? […] La ética de la liberación es un replanteamiento de la totalidad de los problemas morales en la perspectiva y según las necesidades de la “responsabilidad” hacia los pobres, por una alternativa histórica que nos permita luchar en Egipto, caminar en el desierto en el tiempo de transición, para construir la tierra prometida, una tierra prometida histórica, que estará siempre sometida al juicio de la tierra escatológica, más allá de cualquier posibilidad de producción material histórica, el reino de los cielos que nunca será completamente construido en la historia ( pero que ya está construido, en las construcciones de las tierras perecederas de la propia historia)» (pp. 261-263).

p. Antonio Gerardo Fidalgo C.Ss.R.


[1] Enrique Dussel, Ética de la Liberación. En la edad de la globalización y de la exclusión, Trotta, Madrid 1998, 14.

[2] Osvaldo Ardiles et al., Hacia una filosofía de la liberación latinoamericana, Bonum, Buenos Aires 1973.

[3] Qui vi proponiamo solo questa pagina ufficiale, dove si può trovare non solo i suoi dati biografici, ma quasi tutta la sua produzione, che in generale è scaricabile, con diverse sue opere nelle varie edizioni in varie lingue: https://enriquedussel.com/ Riconosciamo che un buon numero dei suoi contributi si trovano nella Biblioteca della nostra Accademia Alfonsiana, che è già un buon punto di partenza. Sarebbe meglio se fosse non solo più completa, ma anche ampiamente consultata e utilizzata.

[4] Lo stesso Dussel si riconosce debitore ad alcuni filosofi con cui ha dialogato, personalmente o con i loro scritti, ma sempre rileggendoli e ricreandoli a partire dalle proprie opzioni. Per esempio: Marx; Heidegger; Gadamer; Levinas; Ricoeur; Scuola di Francoforte; Derrida; Hinkelammert; etc. Così come il suo legame con le filosofie emergenti in America Latina e nei Caraibi, in Africa e in Asia. Si pensi alla sua partecipazione al V Congresso dell’Associazione Filosofica Afro-Asiatica, tenutosi al Cairo (1994), dove fu organizzato un Comitato Internazionale del Terzo Mondo con lo scopo di occuparsi del dialogo filosofico Sud-Sud. Purtroppo non sono luoghi filosofici per alcuni facilmente inseribili. Si veda ad esempio: Afro-Asian Philosophy Association (AAPA; https://uia.org/s/or/en/1100025088); Mona Abousenna, «Contemporary philosophical thinking in Africa and Asia in the light of the Afro-Asian Philosophy Association (AAPA)», in J Value Inquiry 29 (1995) 129-135. Si può anche consultare: International Federation of Philosophical Societies https://www.fisp.org/

[5] Enrique Dussel, Etica Comunitaria, Cittadella, Assisi 1988 (Pubblicato originariamente e contemporaneamente in spagnolo e portoghese nel 1986). Qui l’aggettivo «comunitaria» non è banale. Innanzitutto, vuole prendere distanza da ogni individualismo. Una delle sue più grandi preoccupazioni è stata quella di superare il dualismo che porta a certi individualismi (cf. El dualismo en la antropología de la cristiandad, Guadalupe, Buenos Aires 1974). Ma anche perché il luogo sociale da cui si parte e al quale si vuole ritornare è interpersonale, e ha la forza comune di coloro che aspirano alla liberazione integrale e non solo a spiegare esaurientemente la realtà e i suoi problemi, che, lo vogliano o no, finiscono per essere complici, per commissione o omissione, dei sistemi dominanti. Cf. Modernità e interculturalità per un superamento critico dell’eurocentrismo, Sciascia, Caltanissetta 2011; Dalla fraternità alla solidarietà. Verso una politica della liberazione, Castelvecchi, Roma 2023