Tres días de reflexión y oración, el concierto titulado “Sí – ¡Himno a la esperanza!” y la misa solemne del domingo 30 de junio, presidida por Mons. Domenico Pompili, obispo de Verona, constituyeron la celebración de la fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en el santuario de Bussolengo.
En la comunidad redentorista de Bussolengo, estos últimos meses de mayo y junio han estado marcados por numerosas iniciativas.
El rector, P. Daniele, junto con los hermanos y colaboradores, planificó eventos destacados que renovaron tradiciones, pero sobre todo despertaron en la gente el sentido de pertenencia a la Iglesia a través de la participación en celebraciones y liturgias.
En preparación a la fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, este año prevista para el domingo 30 de junio, se realizó un triduo con la celebración del Vía Matris en el Santuario, seguido del rezo del Santo Rosario y la Celebración Eucarística.
María, con la dulzura de su mirada, parecía acoger a todos, se veía en los rostros de la gente la alegría de estar allí, a sus pies. Al indicarnos a Jesús, ella misma se hizo cómplice y autora de la alegría, de esa esperanza que acompaña a todos al volver a sus casas.
Entre los numerosos actos de oración, historia, literatura y música que tuvieron lugar en el Claustro franciscano (cuyo 400 aniversario estamos celebrando), el sábado 29 de junio hubo un CONCIERTO del grupo vocal T’ho trovato titulado “¡Sí – INNO ALLA SPERANZA!”, dirigido por Carlo Bertoni con el asesoramiento de Guido Cantieri y Roberto Salvan. El grupo vocal, compuesto por una treintena de entusiastas de la música, desplegó una espectacular gama de potencia vocal y melodía conmovedora. Una verdadera “apoteosis de emociones” que se tradujo en libertad, alegría, paz, cercanía, amor, fe, al igual que los textos presentados. Uno entre muchos: “Quédate conmigo”, un “Sí” a la vida y a la vocación, que se renueva entre los muchos mensajes musicales y que queremos repetir, porque fue maravilloso encontrarse con este grupo cuyo objetivo es dar serenidad y alegría a todos.
El domingo 30, con la Santa Misa presidida por nuestro obispo de Verona, monseñor Domenico Pompili, las celebraciones alcanzaron su punto culminante con una gran participación de fieles.
En su homilía, el obispo destacó la fuerza de la fe de la mujer del Evangelio, que toca con valentía el manto de Jesús y se salva. El acto de tocar da la sensación de rescate, habla de la obstinación de la fe y de lo mucho que el Señor conoce nuestra pobre humanidad. Como María, que nos acompaña y nos sostiene en todo esto.
Noemi Girelli
foto: Renzo Quintarelli