Una motivación para la comunidad, para el pueblo, y para los grupos apostólicos, para poder revitalizar el sentimiento de misión de nuestra iglesia.
Hacer presente a la iglesia en las calles del barrio e integrar a cada uno de los hermanos que, por su avanzada edad, enfermedades o por la lejanía a la sede parroquial, no pueden asistir al templo, es parte de la iniciativa que desarrolla la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Panamá Viejo, con las misas misioneras realizadas en los hogares de los distintos sectores de la comunidad.
El padre Yury Cortez, Misionero Redentorista, señala que una de las características que se quiere implementar motivando a la feligresía para una posible misión el próximo año es enfatizar en el lema que tienen como parroquia misionera, evangelizadora, solidaria y llena de alegría, siempre motivada en el espíritu redentorista.
“Con este tema de la sinodalidad queremos acercarnos a cada uno de los hermanos, especialmente a aquellos más abandonados, aquellos adultos mayores, enfermos y los que no pueden llegar al templo. Esto motiva a la comunidad, al pueblo, a los grupos apostólicos, para poder revitalizar este sentimiento de misión, pensando que en un futuro se pueda realizar una eucaristía cada mes, en cada sector del barrio”, dijo el párroco.
Debemos salir más
Para el padre Yury, ir en busca del Señor siempre es necesario, pero el ser humano se ha quedado como centralizado en su pensar. Elementos como las redes sociales lo dan todo, y eso está bien, según el sacerdote, pero a veces es importante el sentimiento, el sentirse cercano a la gente, porque claro que podemos ver la misa a través de las pantallas, pero no hay cercanía, no hay paz ni fraternidad.
“Las eucaristías misioneras han querido unir a Panamá Viejo, unir a la comunidad parroquial y hacernos sentir más cercanos; dejar claro que no somos una iglesia de 4 paredes, sino que estamos dispuestos para vernos, encontrarnos, y salir de la comodidad, no quedarnos flojos en nuestro pensamiento, en nuestra fe”, dijo.
El sacerdote hizo una cordial invitación a todas las parroquias para que juntos reavivemos ese espíritu misionero y ese espíritu de sinodalidad, de ir y ayudarnos mutuamente para llevar a cabo la misión bajo aquel tema: Vayan y anuncien lo que el Señor ha hecho, “porque no podemos callar lo que Dios nos ha dado y ha hecho en cada una de nuestras realidades”, puntualizó.
(Escrito por Karla Díaz en panoramacatolico.com)
