En Bussolengo, el 23 de noviembre, monseñor Domenico Pompili, obispo de Verona, bendijo el emporio solidario, inaugurado solemnemente en presencia de las principales autoridades de la ciudad y de las numerosas asociaciones voluntarias que participaron en el proyecto, fuertemente deseado por padre Diego Righetti, moderador. párroco de la unidad pastoral de Bussolengo.
Un espacio de solidaridad y acogida
“Este espacio detrás de nosotros”, subrayó Mons. Domenico, “está listo para convertirse en un tiempo, el tiempo en el que nos damos cuenta, o mejor dicho, vemos quién tiene hambre, quién tiene sed, quién es un extraño, quién está enfermo. Este paso del espacio al tiempo es algo muy importante porque, si realmente queremos vivir, debemos ser capaces de responder a la pregunta sobre el tiempo en el que vivimos y no simplemente quedarnos atados a espacios donde ya no queda vida. Por eso, junto a vosotros, quiero dar las gracias a quienes han hecho posible esta conversión de un espacio en un tiempo de acogida, de espera y de preocupación, porque ese me parece que es el nombre del Emporio”.
El espacio es el creado en un ala del antiguo seminario redentorista, junto al Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y, a la izquierda al entrar, en la planta baja de la sala de urgencias médicas. Tras un pasillo, donde se han eliminado barreras arquitectónicas, el espacio se abre a una serie de salas de recepción y escucha y, al final del pasillo, se encuentra el propio emporio con la comida en las estanterías.
Fruto de la colaboración de muchos
“Una obra de múltiples manos”, explicó Don Diego, “que nació del legado de Giulio Cotrozzi, de la voluntad precisa de los Padres Redentoristas de la Provincia de Europa del Sur, en particular en la persona del Padre Daniele Carta, actual superior de Bussolengo, al Padre Sergio Santi y al Provincial Padre Gennaro Sorrentino”. Padre Diego también agradeció a las empresas y particulares que participaron en el proyecto, y a Cáritas que formó a los voluntarios.
Un trabajo que viene desde abajo y que se dirige a las necesidades fundamentales de las personas y familias en dificultad. Un campo de pruebas para el voluntariado y un campo de formación solidaria en el que participan nuestras asociaciones, los Circoli Noi, los jóvenes de Cáritas Jóvenes liderados por Don Franesco Lampronti, los Acli, los Alpini, los Unitalsi, los Avis de Bussolengo”.
Palabras de aplauso del alcalde Roberto Brizzi: “Una hermosa señal que viene de la Iglesia y recorre todo el territorio: no dejéis a nadie atrás” y de la Honorable Paola Boscaini, que echó una mano entre bastidores para limar asperezas burocráticas. “Estoy muy feliz de que Bussolengo, con el Emporio, finalmente esté a la vanguardia para responder a las necesidades de las personas, salvaguardando su dignidad”, concluyó.
Un proyecto para acompañar a los más necesitados
El Emporio Solidario es un proyecto en red que, más allá del tradicional modelo de “paquete de compras”, ofrece un servicio coordinado y gratuito de recogida y distribución de alimentos, organizado como un supermercado de barrio, en el que las personas y familias en dificultades pueden elegir los productos de las estanterías de modo independiente. Dentro de los Emporios se garantiza una canasta de productos de primera necesidad, pero el abastecimiento global depende de la cantidad y variedad de productos donados y recuperados.
Los voluntarios acogen a las familias, las acompañan durante sus compras, orientándolas hacia una correcta alimentación y ocupándose de todos los aspectos prácticos y organizativos como la reposición de las estanterías, la caja registradora y la gestión del almacén. Los Emporios Solidarios se organizan como espacios multifuncionales y como un nuevo modelo de acompañamiento que pretende generar entornos en los que las personas puedan hacer amistades, participar en pequeños talleres y eventos, redescubriendo la confianza en la posibilidad del cambio.
Lino Cattabianchi