A Las 8:30 tuvimos la celebración eucarística dedicada al Espíritu Santo y presidida por el R.P. General Michael Brehl. Insistió en que el Capítulo no era un Congreso o una reunión de oficiales o funcionarios, sino de misioneros redentoristas, testigos de Cristo Redentor y hermanos en la Congregación. Por eso debemos sobre todo dejarnos guiar por el Espíritu Santo en actitud de discernimiento de la voluntad de Dios y de caminar juntos.
Fue una eucaristía solemne en lengua Italiana, pero con cantos y lecturas en varios idiomas.
Tuvimos luego una procesión litúrgica hacia el sitio donde se desarrollará el Capítulo y allí se hizo la bendición de las personas y de la Sala Capitular. Estábamos más de 100 capitulares y se pregunto sobre la aceptación o no del inicio del Capítulo y se votó unánimemente que sí. Así se dio inicio al XXV Capítulo General a las 11:05 a.m.
Posteriormente recibimos el saludo oficial de bienvenida del P. General, quien reafirmó lo dicho en la homilía sobre participar en un estilo de caminar juntos, de sentirnos redentoristas y de dejarnos guiar por el Espíritu para discernir los caminos de Dios.
Agradeció a la provincia anfitriona, a la comisión preparatoria y a todos los que durante 3 años colaboraron en la preparación del Capítulo.
Luego tomó la palabra el P. Brendan Kelly, secretario general, para explicar asuntos de logística del Capítulo, resaltando que la organización busca la participación de todos.
El P. General nos recordó que desde el año 2000, el fundador de esta obra en Pattaya, P. Raymond Brennan, C.Ss.R, quien falleció en el año 2003, había ofrecido la casa como sede del Capítulo, cosa que no se hizo porque no estaban dadas las condiciones. Pero después de 16 años, fue posible dado el avance de la infraestructura de la obra. Resaltó, además, el valor agregado de poder celebrar el Capítulo en una casa nuestra y en una obra dedicada a discapacitados y necesitados, que nos sensibiliza ante los pobres, nuestros destinatarios. Celebrar el Capítulo General aquí será un estímulo para la vivencia de nuestro carisma…
P. Jorge Gómez Rueda, CSsR