Los cristianos iraquíes, bloqueados en el Kurdistán iraquí, tienen alguna razón para esperar ahora que la batalla por Mosul y la llanura de Nínive ha empezado. Sin embargo, el arzobispo caldeo que, desde hace dos años, está jugando un papel clave en el cuidado de las necesidades humanitarias y espirituales de la comunidad en el exilio, llama a la prudencia en la presentación de una imagen demasiado optimista para las minorías iraquíes.
“Irán, Turquía y los kurdos todos tienen una participación en Mosul”, dijo a la asociación internacional católica Ayuda a la Iglesia Necesitada, el Arzobispo redentorista Bashar Warda de Erbil; incluso después de que Mosul fuera retomada por el ISIS -y lo más probable es que suceda antes de fin de año- una posible lucha por el poder siempre sería un problema para los cristianos que tratan de regresar a sus casas abandonadas en peligro.
Por ahora, el prelado subrayó que no hay ningún plan concreto para proteger a los cristianos y otras minorías en su regreso a Mosul y a la llanura de Nínive. Él, además, predijo que sirve, al menos, casi un año antes que el retorno a casa sea posible.
Contrario a cuanto refieren algunos reportes, el arzobispo insiste en que el 80 por ciento de la gente que está bajo su cuidado desea permanecer en Irak. Pero añade que “incluso si el número se reduce a 10.000 familias” o alrededor de 60.000 personas -siempre menos del total estimado de los 250.000 cristianos, incluyendo a los que viven en Bagdad- “habrán siempre cristianos en Irak”.
Para leer la versión en inglés:
Archbishop Remains Hopeful: ‘There Will Always Be Christians in Iraq!’