Instando a los participantes a ser misioneros de la compasión, se abrió el Congreso-peregrinación de cuatro días con el tema “Icono de la compasión” en el Santuario Nacional de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Baclaran, en Manila, Filipinas. Después de una danza de colores delante del santuario para honrar a la Virgen María, preparado por la juventud local, hubo una solemne procesión a la iglesia seguida de la Eucaristía inaugural a las 8.00 presidido por el obispo redentorista Mons. Emmanuel Cabajar y concelebrada por el Superior General, P. Michael Brehl, el obispo emérito de la Diócesis de Surigao Mons. Ireneo Amantillo CSsR y hermanos de diferentes partes del mundo como delegados.
Con la excepción de los delegados de otros países, hay cerca de 400 participantes en el Congresso- Peregrinación, de diferentes partes de Filipinas han llegado al santuario para rendir homenaje a la Virgen del Perpetuo Socorro. El primer día de las sesiones ha sido animado por el P. Carlos Ronquillo, CSsR (el año de la Misericordia y el Jubileo 150 de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro), P. Dmytro Dnistrian, CSsR (tradición católica del Este y el Icono de la Virgen del Perpetuo Socorro), P. Amado Picardal, CSsR (devoción a la Virgen del Perpetuo Socorro en Filipinas: una perspectiva fenomenológica), y la hermana Miriam Alejandrino, OSB (mariología en el Año jubilar: Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en el siglo 21). Después de cada presentación del tema se han tendido breves discusiones de grupo y se alentó a los participantes a hacer preguntas. También hubieron programas culturales guiados después de cada sesión para ayudar a los peregrinos para relajarse y entretenerse.
Siendo probablemente la única iglesia en las Filipinas que está abierta al público de 24 × 7, el Santuario Nacional de Baclaran se destaca como un lugar de alivio que da consuelo a la gente de todo el país y también sirve como una plataforma para los servicios sociales, entre la inestabilidad política y el paisaje de la cultura de la violencia. Lo que hace que este escenario especial es que todos los que vienen por primera vez, pueden sentirse como en su casa y se puede sentir que las personas llevan la devoción a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en casa con ellos.
Durante las sesiones, a los participantes se les ha recuerdado no sólo celebrar el 150 aniversario del Icono con los Redentoristas, sino también poder seguir dandola a conocer entre los desafíos de nuestro mundo acelerado. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro nos está llamando a ser más orientados a la acción y no sólo a ser devotos. El icono de la Virgen del Perpetuo no es sólo el icono del amor, sino también un icono de misericordia y compasión.