Como todos los años por estas fechas, coincidiendo siempre con la fiesta de San Alfonso, algunos redentoristas consagrados y laicos de España (a los que se han unido desde hace dos años redentoristas consagrados y laicos de Portugal), nos reunimos en el monasterio de El Espino para convivir y profundizar en el carisma redentorista, siguiendo el lema del capítulo general: “Testigos del Redentor, solidarios para la misión en un mundo herido”.
Tuvimos la suerte de contar para las charlas de formación matutinas con el P.Piotr Chyla, presidente del Centro de Espiritualidad de la Congregación en Roma. Nos habló de los caracteres generales de la espiritualidad alfonsiana y redentorista, y también de las principales personalidades redentoristas en los orígenes de la Congregación. Descubrimos con él el momento apasionante y creativo en el que nos encontramos en la actualidad y todo lo que la espiritualidad redentorista tiene que aportar a un mundo herido. Agradecemos muchísimo su profundidad y su cercanía.
Dedicamos las tardes a reflexionar sobre las conclusiones del XXV Capítulo General presentadas por el Consejero General P. Pedro López, siempre mirando al presente como un signo de esperanza.
El P. Provincial de la Provincia española, José Luis Bartolomé, estuvo al inicio del encuentro aunque no pudo acompañarnos toda la semana. El último día se unió a nosotros el consejero provincial P. Rafael Alonso, que presentó el proceso de reestructuración en la que está embarcada la Provincia de Madrid.
El viernes por la tarde, presidida por el P. Pedro López, se celebró la Eucaristía de San Alfonso en la que hicieron su compromiso como Misioneros Laicos del Santísimo Redentor, los laicos sevillanos Manolo Sánchez-Matamoros y Julia Fontenla de Sevilla.
Los encuentros de San Alfonso están pasando por un momento especial de crecimiento. Es un placer convivir varias generaciones juntas: dos familias de Vigo y Valencia han compartido en este mismo encuentro abuelos, padres e hijos, cada uno con sus peculiaridades, apetencias e intereses, naturalmente. O ver participar a los más pequeños en las Eucaristías con toda la seriedad de la que son capaces.
No sólo crecemos en número de generaciones. Éste es el II Encuentro Ibérico, pues hemos compartido con laicos y consagrados redentoristas de la Provincia de Portugal, acompañados de su Provincial, P. Antonio Marinho, y su Vicario, P. Rui Santiago. Quizá el año que viene podamos contar también con laicos y consagrados de la Provincia de Roma.
Como siempre, ha sido una semana llena de maravillas. No podía ser menos en un lugar tan especial como el Monasterio de El Espino.
Pilar Hernán, Misionera Laica del Ssmo. Redentor