Ordenaciones y Profesión Perpetua en la Viceprovincia de Madagascar

0
1521

(Madagascar) – En los días 30/06 y 1/07 aquí en la Viceprovincia de Madagascar se siguieron dos acontecimientos importantes: la Profesión Perpetua de dos cohermanos, P. Arsène y El-Ardo, y luego, en el día del Señor, la ordenación diaconal de dos profesos perpetuos y la ordenación sacerdotal de 3 diáconos: Nofy Thémat, Lin Parfait y Ulrich Erico.

Dos eventos celebrados en la Alegría y la Exaltación, en el campo deportivo de la ciudad de Anjiro donde se encuentra el Santuario de la Iglesia y la Iglesia Parroquial de San Gerardo, donde, después de la experiencia de un Noviciado internacional en Zaire y luego en Burkina Faso, se abrió la casa misionera y también sede del noviciado que, con el crecimiento de los novicios, se transfirió a la gran finca de Andranokobaka, adyacente a la Escuela de Catequesis confiada por el Obispo de Ambatondrazaka a los Padres y Hermanos Redentoristas.

Todas las 8 Comunidades en el territorio de Madagascar y el de la ‘Isla de la Reunión se precipitaron a participar y dar importancia y solemnidad a las dos celebraciones junto con una masiva participación de religiosos y laicos, tanto de los alrededores como de los del Extremo Norte y del Sur y de Antananarivo Capital.

El primer evento: la Profesión Perpetua fue presidida por el Viceprovincial R.P. Alphonse Randriamahefa Ligorie rodeado de una veintena de concelebrantes Redentoristas y con la presencia activa de los miembros profesos, novicios, postulantes, aspirantes y más de un millar de fieles del lugar y todos los puntos cardinales de la inmensa isla roja.

El segundo: la ordenación diaconal y sacerdotal fue presidida por su excelencia monseñor Gaetano Di Pierro, ya administrador apostólico, ahora obispo de Farafangana, en el sureste de la ‘isla… Alrededor de 30 sacerdotes, diocesanos y religiosos, como concelebrantes y luego todos los miembros de la familia Redentorista, hermanas y religiosas de diversas congregaciones, así como las familias de los ordenandos y una grande participación de Laicos.
Todo se hizo con orden, con bailes y canciones locales impregnadas de inmensa alegría y alegría que continuaron con un copioso almuerzo para todos los participantes de la fiesta.

P . Alphonse Randriamahefa, CSsR